No hay duda. Estamos ante uno de los inviernos más gélidos de los últimos años. Temperaturas bajo cero, heladas y metros de nieve congelada que lo cubren todo en muchas ciudades y pueblos del país. Por eso, vamos a darte algunos consejos para sobrevivir al frío y evitar resbalones con el hielo.
Proteger la piel por fuera…
La piel actúa como barrera protectora de nuestro organismo y, por eso, es importante mantenerla en forma. Eso pasa por lograr una correcta hidratación de la misma, evitando que se reseque, agriete o escame como efecto del frío.
El uso de guantes y bufandas resulta esencial para cubrir las manos, el cuello y el escote. No obstante, conviene aplicar crema hidratante al menos dos veces al día, especialmente en cara y manos, por ser las zonas que quedan más expuestas al aire. Si pasas muchas horas en exteriores o fuera de casa, una buena elección es hacerte con una crema en formato de bolsillo, que puedas llevar contigo.
Te recomendamos, por ejemplo, la Skin Food de Weleda, que puedes aplicar con un suave masaje y sirve para nutrir zonas muy secas de la piel, tanto de la cara como del cuerpo.
En caso de que el frío ya haya hecho de las suyas y tengas la piel agrietada, irritada o erosionada, puedes optar por aplicar la pomada Eucerin Aquaphor Reparadora, que acelera el proceso de regeneración cutánea.
Y proteger la piel por dentro
En invierno, pocas cosas hay peores que sentir que se tiene el frío metido en el cuerpo. Ante temperaturas extremas, conviene salir de casa bien abrigado.
Lo más recomendable, eso sí, es la técnica de la cebolla, es decir, vestirse por capas. De esta forma, podrás ir quitando ropa progresivamente, en caso de que entres en algún lugar donde la temperatura ambiente sea superior a la de la calle.
Además, una solución infalible suele ser optar por prendas de vestir realizadas con materiales térmicos, pues impermeabilizan la piel y contribuyen a la conservación del calor.
Para la parte de arriba, puedes hacerte con camisetas interiores térmicas o abrigos impermeables (similares a los que se emplean para ir a la nieve).
En el caso de las piernas, te recomendamos que, en estos días de heladas y temporal, dejes momentáneamente de lado los vaqueros y optes por unos pantalones térmicos de neopreno.
Si al llegar a casa y cambiarte de ropa, sientes que tardas en entrar en calor, recuerda que puedes hacer uso de una faja lumbar térmica o de una almohadilla térmica.
Y en caso de un resbalón…
Lo mejor es evitarlos, así que, aunque te pueda resultar un tanto incómodo, si vives en las zonas donde ha nevado, no dudes en salir de casa con bastones de apoyo y calzado adecuado para la nieve.
Procura dar pasos pequeños y asegurar el apoyo completo de uno de los pies antes de levantar del suelo el anterior. Fíjate también de dónde pisas, evitando las zonas donde haya más hielo.
En la medida de lo posible, aprovecha las superficies de apoyo para agarrarte, como las barandillas a la hora de subir o bajar escaleras, pero ten cuidado con las cornisas. Sujetarse a la pared puede no ser buena idea ante el peligro de desprendimiento de la nieve acumulada en los tejados de los edificios urbanos.
Y, si aún así, eres de los desafortunados que ha sufrido un resbalón, existen cremas y pomadas en la farmacia que pueden aliviarte en caso de una lesión leve. Por ejemplo, Fisiocrem Spray Active Ice alivia el dolor articular y muscular debido a contusiones, tirones, dislocaciones, torceduras, moretones y traumatismos.
Otra buena opción es Harniprofen, de Botanica Pharma, a base de extractos de aceites esenciales de plantas (árnica, harpagofito, boswellia, castaño de indias y caléndula). Un analgésico natural que alivia el dolor derivado de lesiones deportivas y/o contusiones.
Eso sí, recuerda que, si el dolor persiste o sufres hinchazón o inflamación, lo más recomendable es consultar con tu médico por si fuera necesario algún otro tipo de tratamiento o intervención.