Cómo mejorar el sueño de los bebés

Los despertares nocturnos de los niños pueden deberse a diferentes causas: conoce las claves para identificarlas y mejorar el sueño de los bebés

Seguro que has escuchado más de una vez la expresión “dormir como un bebé”, para hacer referencia a un sueño placentero y reparador, pero lo cierto es que los más pequeños también pueden sufrir despertares nocturnos o experimentar dificultades para conciliar el sueño. En este post, hemos reunido algunas pautas para mejorar el sueño de los bebés.

Uno de los primeros aspectos que debemos tener en cuenta es que sus dificultades para dormir pueden deberse a causas muy distintas. La forma de abordar el problema de sueño dependerá en gran medida de la situación que esté generando ese insomnio.

¿Por qué tienen problemas de sueño los bebés?

En condiciones normales, un recién nacido duerme de media 17 horas diarias, pero los niños hasta los 2 o 3 años suelen tener problemas para conciliar el sueño por razones médicas, como otitis medias, cólicos, reflujo o intolerancia a la lactosa, entre otras.

En estos casos, abordar la causa concreta que está dificultando el descanso debería ser suficiente para solucionar el problema. Por ejemplo:

  • En casos de congestión nasal, si el niño está malito y tiene la nariz taponada, puede ser útil recurrir a unas monodosis como Sinomarin bebés. Se trata de una solución estéril de agua de mar hipertónica que le ayudará a eliminar el exceso de moco de las cavidades nasales.
  • Si el bebé tiene estreñimiento, los polvos Eupeptin bebés pueden ayudarle a evacuar de forma normal y sin dolor, lo que reduce, a su vez, las probabilidades de indigestiones o vómitos.

Ahora bien, también es frecuente que los bebés tengan dificultades para quedarse dormidos debido a que no han adoptado una rutina de sueño adecuada. Por ejemplo, es posible que no estén acostumbrados a dormir solos. Esto fomenta que reclamen la atención de los padres si se despiertan en medio de la noche.

Sigue leyendo para descubrir qué pautas deben seguirse para mejorar el sueño de los bebés en estos casos.

¿Qué hacer para que un bebé duerma bien?

Para favorecer el sueño de los más pequeños, es fundamental adoptar hábitos que promuevan su descanso, ya que la rutina será tu mejor aliado a la hora de conseguir que tu niño se duerma.

Llevar a término un ritual de sueño será muy beneficioso también para ti, ya que, si tu hijo no duerme, también tú verás perjudicada la calidad de tu descanso. Estos son algunos pasos que puedes poner en práctica:

  1. Baña al bebé siempre a la misma hora. Utiliza una esponja para recién nacidos y un gel especial como Weleda baño bebés, que está formulado a base de caléndula y le dejará la piel limpia y suave.
  2. Puedes aplicar tanto el gel como la crema hidrante con un suave masaje relajante.
  3. Ponle su pijama mientras le cantas una nana o le hablas con voz bajita.
  4. Dale el pecho o el biberón y, una vez que termine, ponle a eructar para expulsar los gases.
  5. Mímale y arrúllale en un ambiente tranquilo, con una luz tenue.
  6. Solo cuando veas que el bebé está relajado, acuéstalo en su cuna, arrópale y espera en silencio hasta que cierre los ojos y caiga rendido.

Durante el día, puedes tener en cuenta detalles como exponerlo a la luz y al ruido para que reciba estímulos sensoriales.

En cambio, a medida que se vaya acercando la noche, procura reducir la cantidad de luz del cuarto donde se encuentre el bebé, así como la actividad a su alrededor.

En caso de que se despierte a medianoche porque tenga hambre, intenta darle el pecho a oscuras para que no se reactive debido a la luz.

Si, con todo lo anterior, detectas que el bebé tiene lo que se conoce como “sueño cambiado” (duerme de día, pero no de noche), puede ayudarte recurrir a las gotas para dormir Melamil bebés.

Se trata de un complemento alimenticio a base de melatonina, la hormona que produce nuestro cerebro en función de la cantidad de luz, y que ejerce un papel esencial a la hora de regular nuestro ciclo circadiano.

La situación de “sueño cambiado” es especialmente habitual durante las primeras semanas de vida del niño. No obstante, a medida que los niños van creciendo, también pueden tener problemas de sueño. Si este es el caso, conviene tener en cuenta las recomendaciones para abordar el insomnio infantil.

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