“¡Anda, te has hecho un tatuaje!”. No podemos afirmar que sea la frase que más se escuchará este verano, pero estamos seguros de que muchas personas la pronunciarán durante estos meses (¡si no lo han hecho ya!). Es lógico: el calor invita a destaparse y, por lo tanto, ofrece más oportunidades para presumir de tattoos. Eso sí, ¿sabemos cómo cuidar la piel tatuada? Hemos querido recopilar algunas recomendaciones para proteger los tatuajes del sol.
No hay que olvidar que la piel es nuestro escudo protector frente a microorganismos nocivos para la salud (como virus, bacterias, hongos…). Por lo tanto, conviene prestarle atención siempre, y especialmente cuando nos hemos tatuado recientemente.
Además, la protección de la piel tatuada frente a la radiación solar tiene sentido también desde un punto de vista estético: si queremos mantener los colores y las líneas del tatuaje bien definidas durante más tiempo, conviene prestar atención a estos consejos.
Recuerda: no caigas en el error de pensar que, si tu tatuaje ya es de hace años, no necesita una atención especial. Los pigmentos de tinta son especialmente sensibles a la luz. Si utilizas un fotoprotector adecuado, como Bepanthol tattoo crema solar, los mantendrás en su esplendor durante más tiempo.
Evita la exposición solar
Nos gustaría decirte otra cosa, pero, para reducir el riesgo de sufrir irritaciones sobre la piel tatuada, el mejor consejo es evitar la exposición solar. Opta por tapar la zona del tatuaje, sobre todo, en las horas centrales del día.
Cuando lo muestres, hazlo siempre con una protección solar de amplio espectro y con factor de protección 50+ SPF. ¡No puedes permitirte que se inflame tu piel tatuada debido a una quemadura solar!
Con todo, ten a mano siempre una pomada para reducir las rojeces y la tirantez o picor, como Bepanthol crema para la irritación de los tatuajes. Protegerá, regenerará y calmará tu piel. Y podrás utilizarla tantas veces al día como sea necesario.
La hidratación de la piel tatuada es clave
Lleves o no un tatuaje, la verdad es que la hidratación de la piel es imprescindible para la salud del órgano más grande de nuestro cuerpo.
Sin embargo, este aspecto cobra especial importancia si tenemos tattoos. Es recomendable optar por una crema especialmente formulada para estas situaciones, como Talquistina tatuajes, que ofrece 24 horas de hidratación para la piel tatuada en buen estado, al tiempo que conserva los colores y la definición del dibujo.
Para pieles especialmente secas o agrietadas, se puede optar por una hidratante acuosa, tipo gel, como Aquaphor crema, que acelera el proceso de regeneración cutánea. Puede ser necesaria especialmente tras la exposición solar si notas tirantez o irritación en la piel.
¿Qué hacer si el tatuaje me ha dejado una cicatriz?
Las cicatrices son el resultado natural del proceso de curación de una herida. Existen zonas de la piel más sensibles, donde el riesgo de que se produzcan cicatrices o queloides debido a los tatuajes es mayor.
Para estos casos, puedes consultar a tu médico o farmacéutico sobre la posibilidad de utilizar un apósito como Trofolastín reductor de cicatrices. Actúa mediante un mecanismo físico que aumenta la presión sobre la cicatriz, al tiempo que modifica la humedad bajo el apósito produciendo una disposición correcta de las fibras de colágeno. Cuando lo lleves puesto, la zona del tatuaje cubierta también estará protegida frente a la radiación solar.