Corazón y colesterol: suplementos alimenticios para combatir la hipercolesterolemia

Con motivo del Día Mundial del Corazón, te ofrecemos algunos consejos para reducir el colesterol alto, causa frecuente de  riesgo cardiovascular 

El colesterol es una sustancia parecida a la grasa que necesitamos para producir hormonas, vitamina D y otros elementos que facilitan la digestión de los alimentos. Sin embargo, cuando tenemos niveles de colesterol en sangre elevados, ponemos en riesgo nuestra salud cardiovascular

Con motivo del Día Mundial del Corazón, que se celebra el próximo 29 de septiembre, os explicamos cuál es la relación entre colesterol y corazón y ofrecemos algunas recomendaciones para reducir los altos niveles de colesterol (hipercolesterolemia).

Colesterol bueno y malo, ¿cómo distinguirlos?

Existen dos tipos de colesterol, conocidos como “colesterol malo” y “colesterol bueno”. Como explica el cardiólogo Carlos Macaya en este vídeo de la Fundación Española del Corazón:

  • El colesterol malo (de baja densidad, LDL en los análisis) coge el colesterol del hígado y del intestino y lo lleva a los tejidos, a las células, al cerebro, al corazón, a los vasos sanguíneos…
  • El colesterol bueno (de alta densidad, HDL en los análisis) coge el colesterol que sobra en esos tejidos y lo vuelve a llevar al hígado para que allí sea destruido.

El colesterol malo se refiere, por tanto, al exceso de colesterol en sangre, que puede combinarse con otras sustancias para formar una placa que se pega a las paredes de los vasos sanguíneos, produciendo arteriosclerosis. Además, el riesgo de sufrir un infarto de miocardio también se eleva cuando los niveles de colesterol LDL son altos.

Colesterol malo, ¿cómo reducir sus niveles?

La causa más frecuente de una subida del colesterol LDL es llevar una alimentación basada en la ingesta excesiva de grasas saturadas

Por ello, cuidar la dieta es un aspecto primordial para reducir el colesterol malo. Algunas recomendaciones son:

  • Potenciar la ingesta de frutas, verduras, hortalizas, legumbres y frutos secos.
  • Optar por las carnes magras, como el pollo, el pavo o el conejo y por pescados azules ricos en Omega3.
  • Evitar las grasas: la mantequilla, los aceites que no sean de oliva y la bollería.
  • Disminuir el consumo de sal, no fumar y evitar el alcohol.

Además, es conveniente complementar este tipo de dieta con la realización de ejercicio físico.

Por último, también puede ser útil tomar suplementos para reducir el colesterol. ¡Eso sí! Es muy importante que consultes con tu médico para que pueda determinar cuál es el más apropiado para ti. Estos son algunos de los que disponemos en Sensafarma:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *