Se acerca la Semana Santa y, con ella, el primer respiro tras las navidades. En un año sin procesiones debido a la pandemia, estos días serán para muchos la antesala de las vacaciones de verano. Con las temperaturas templadas y apetecibles de la primavera, ¿a quién no le ilusiona hacer una escapada al campo?
Para otros, en cambio, este parón en las obligaciones laborales servirá para quitarse la espinita de visitar las estaciones de esquí, cerradas durante tanto tiempo en invierno debido al riesgo de contagio de COVID-19.
En ambos casos, la protección de la salud debe ser una prioridad, ¡al mismo nivel que el de disfrutar a lo grande!
Mascarillas, distancias y ¡mucha higiene!
Ahora que ya lo hemos integrado en nuestro día a día, no podemos permitirnos el lujo de hacer una excepción durante la Semana Santa. ¿Ir de excursión al campo o a la costa? Sí, pero respetando las medidas de seguridad para la prevención del contagio del nuevo coronavirus, y evitando siempre las aglomeraciones.
Aunque tengas muchas ganas de respirar aire puro, recuerda colocar bien tu mascarilla, especialmente en los lugares de tránsito, como aparcamientos, merenderos, aseos públicos…
Además, llevar gel hidroalcohólico contigo no ocupa espacio en la maleta y puede sacarte de muchos apuros. Puedes colgar un pequeño bote de un asa de la mochila, por ejemplo. Y te garantizará la higiene cuando no dispongas de un lavabo con agua y jabón.
Y si estos hidrogeles resecan mucho tu piel, otra solución válida es guardar en tu bolso una pastilla de jabón dermatológico y utilizar las fuentes de agua que encuentres en el camino. Para lavarte las manos, por ejemplo, antes de sacar el bocadillo.
Protector solar, ¡no bajes la guardia!
Si bien la primavera no se caracteriza por temperaturas tan altas como el verano, los días soleados también se dan en estas fechas. Y, como ocurre durante todo el año, las quemaduras por no haberte aplicado protección SPF 50+ pueden arruinar tus días de desconexión.
Para que esto no ocurra, no olvides incluir en tu bolsa de viaje una buena crema fotoprotectora, como el protector facial Babé, que, con su textura ligera, ofrece protección frente a los rayos UVA y UVB.
Si viajas con toda la familia, debes saber que existen lociones para proteger de forma específica la piel de los niños, mucho más suave y sensible que la de los adultos.
Un ejemplo de esto es Rilastil Dermosolar, que proporciona máxima protección para individuos de piel muy clara, niños, pieles sensibles y dañadas, así como en los casos de excesiva exposición a los rayos solares. O sea, ¡apto para toda la familia!
¡Cuidado con rostro y labios cuando te subas a los esquís!
No está de más recordar que la nieve refleja un porcentaje muy elevado de las radiaciones solares. Es por eso que resulta esencial protegerse también del sol durante las excursiones a la sierra o en las estaciones de esquí, sobre todo, en el rostro, que suele quedar más expuesto al aire.
Además, aquí el frío también puede jugarle una mala pasada a tu piel, así que… acuérdate de la hidratante de cara y labios para evitar que se te agrieten debido a las bajas temperaturas.
Hoy en día, existen labiales que combinan la hidratación con la protección solar, como la barra de cacao hidratante y reparadora SPF 15+ de Acofarderm o la apuesta SPF 20+ de Neutrogena.
Y en caso de golpes, caídas o sobreesfuerzos…
Ten preparado siempre un pequeño botiquín de viaje para poder protegerte en caso de caídas, golpes o rozaduras.
Tiritas, agua oxigenada o un buen stick de árnica son algunos de los productos que no deben faltar en tu neceser.
Además, si vas a dedicar esta escapada de Semana Santa a hacer ejercicio, plantéate preparar el cuerpo con un adecuado vendaje neuromuscular, como Acofarsport Kinesiology Tape, que contribuirá al proceso de estabilización articular y a mejorar la función muscular.