Planes de Semana Santa saludables

Tras las vacaciones de Navidad, que ya se sienten lejanas, llegó el momento del año más esperado para descansar y desconectar un poco de nuestras rutinas. De hecho, los planes de Semana Santa se prestan mucho a ello porque pueden ser tan diversos como variable suele ser el clima en estas fechas.

¿Ya tienes a punto los esquís para irte a la nieve? ¿Tienes previsto hacer una excursión a la montaña? ¿O mejor un poco de sol y playa para ir trabajando el bronceado? Tengas el plan que tengas, hemos recopilado algunas recomendaciones saludables que te serán muy útiles estas vacaciones. ¡Sigue leyendo!

Protégete del sol

Empezamos por lo más elemental. Estas vacaciones, no te olvides de la fotoprotección, ¡vayas donde vayas! 

Recuerda que estamos expuestos a la radiación solar todos los días del año, incluso cuando el cielo está nublado. 

Las situaciones en las que más necesitarás hacer uso de un fotoprotector serán si te decantas por planes de Semana Santa cercanos a la naturaleza (playa, montaña o nieve). En estos casos, te recomendamos altamente optar por una crema solar de amplio espectro y alta protección (50+ SPF).

Sin embargo, tampoco debes bajar la guardia en la ciudad. Tanto si vas a salir a tomar algo a una terraza, como si planeas hacer turismo, conviene que te pongas crema solar antes de salir de casa. Y si esperas pasar muchas horas fuera, recuerda que existen envases tamaño bolsillo que son muy prácticos para llevarlos contigo y poder reaplicar la protección.

Estas indicaciones son especialmente importantes en el caso de los niños, cuya piel es mucho más sensible que la de los adultos, por lo que los pequeños tienen mayor tendencia a sufrir quemaduras. Ten en cuenta que existen protectores solares específicos para ellos, como Mustela leche solar, que está indicada tanto para niños como para bebés y recién nacidos.

Plántale cara al frío

Es posible que consideres la idea de incluir la playa en tus planes de Semana Santa un tanto optimista, a la vista de una primavera que se está haciendo de rogar, marcada por las bajas temperaturas para la época y las borrascas. 

Si lo tuyo es no salir de casa sin tu pañuelo al cuello, haces bien. La humedad en el ambiente o los contrastes entre exterior e interiores con calefacción son un caldo de cultivo perfecto para coger infecciones, gripes y resfriados.

Recuerda proteger también la piel de las partes del cuerpo más expuestas al aire libre, como los labios. Isdin protector labial con SPF 30 puede ser tu perfecto aliado en esta época, ya que te brindará protección frente al sol al tiempo que prevendrá la aparición de grietas, sequedad o boqueras.

Si tus planes de Semana Santa transcurren en ambientes gélidos o nevados, tampoco olvides hacerte con una crema de manos para el frío, que impermeabilizará tu piel frente a la humedad y evitará su deshidratación.  

En caso de que tus manos, rostro o cuello (las zonas más sensibles) hayan sufrido ya los estragos de las bajas temperaturas, puedes aprovechar las vacaciones para mimarte un poco con una crema como Cikagel, un regenerador celular para todo tipo de pieles, sobre todo para pieles secas y maltratadas. Actúa en cualquier estadio de la reconstrucción epidérmica al promover la perfecta regeneración celular en las zonas donde se aplique. Es especialmente adecuado para rojeces, descamaciones, cicatrices y queloides.

Adáptate a tus planes

Ni el bañador puede faltar en un día de playa, ni los esquís, las tablas de snow o las raquetas en un día en la nieve. Tampoco te conviene olvidar en casa tu guía o itinerario de viaje para visitar una ciudad o el saco de dormir si piensas acampar en la montaña. Hasta aquí, parece obvio, pero ¿qué pasa con el cuidado de tu salud?

Existen algunos imprescindibles para los planes de Semana Santa. Por ejemplo, un antimosquitos para irte al campo o tapones en los oídos para prevenir la otitis si piensas pasar horas bajo el agua.

¿Otra idea? Hazte con una buena amortiguación para tus pies, como las Farmalastic plantillas, que están pensadas para utilizar en jornadas con largas caminatas sobre superficies duras (como pueden ser las aceras de esa ciudad que tienes pensado patearte de punta a punta).

¡Que las quemaduras, la irritación de la piel o el dolor no frenen tus planes de Semana Santa!

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