Segura, reutilizable y más económica, la copa menstrual se ha presentado en el mercado como la apuesta sostenible y moderna para decir adiós a las compresas y tampones de “toda la vida”. Más allá del marketing, ¿conoces realmente sus ventajas y cómo utilizarla?
Comencemos por el principio. Una copa menstrual es un recipiente fabricado en un material flexible, normalmente silicona, que se inserta en la vagina durante la regla para depositar el flujo menstrual.
Puede utilizarla cualquier mujer que tenga la regla, ya que existen copas menstruales de diferentes tamaños que se adaptan a la edad y otras circunstancias personales.
Su principal diferencia con los tampones, que también se insertan en la cavidad vaginal, es que la copa no absorbe la sangre. A la hora de extraerla, el líquido está contenido en su interior y debe desecharse.
Sin embargo, el hecho de que la copa menstrual no absorba la sangre es una de sus ventajas más destacadas, ya que:
- Previene la sequedad vaginal frente al tampón, que no solo absorbe el flujo menstrual, sino también otros líquidos vaginales.
- Permite realizar actividades acuáticas, como la natación u otros deportes de agua.
Practicar ejercicio, yoga o gimnasia
Muchas mujeres sufren dificultades para hacer ejercicio cuando tienen la menstruación. Es evidente que los dolores típicos de estos días no son muy alentadores.
Sin embargo, otras veces son los roces del tampón en el interior de la vagina o de las alas de la compresa contra las ingles, los que llevan a la mujer a descartar la práctica deportiva durante sus días de regla.
La copa menstrual se presenta aquí como una buena alternativa, debido a que, siempre que la talla sea correcta y esté bien colocada, se mantendrá inmóvil en el interior de la cavidad vaginal, a pesar de los vaivenes típicos de ejercicios como el yoga o el pilates.
Tampoco deberás preocuparte por posibles fugas, aunque la recomendación es vaciarla siempre antes de comenzar el entrenamiento.
Con la copa menstrual se puede incluso dar volteretas o hacer el pino. La sangre expulsada a través del cérvix puede oscilar en el interior de la copa, pero no retorna al interior del útero.
Montar en bicicleta y hacer spinning
Ir al gym tampoco será un problema en los días de regla si utilizas una copa menstrual.
Algunas mujeres acusan una ligera molestia debido a que el “rabito” que facilita la extracción de la copa puede pinchar un poquito al estar sentadas en la bici.
Si este es tu caso, puedes recortar el hilo extractor con cuidado y dejarás de sentir ese roce.
Pasar largas horas fuera de casa
La copa menstrual puede usarse durante 12 horas seguidas, lo que la convierte en la opción preferida de aquellas mujeres que pasan muchas horas fuera de casa.
- ¿Estás pensando en ir de excursión al campo y te preocupa no encontrar un aseo público donde cambiarte?
- ¿Te preparas para estar cuatro o cinco horas sentada durante un examen?
- ¿Estás de viaje y no quieres tener que cambiarte en los baños de los restaurantes?
Si tu respuesta a alguna de estas preguntas es “sí”, entonces eres candidata a felicitarte por descubrir la copa menstrual.
Dormir
Como la copa menstrual puede permanecer hasta 12 horas dentro de la vagina, se puede pasar la noche con ella.
Esto supone una ventaja con respecto al tampón, que requiere ser cambiado con más frecuencia y está desaconsejado durante la noche.
No debes preocuparte por manchar las sábanas, ya que la copa menstrual se adapta perfectamente a las paredes de la vagina y no se mueve mientras duermes.
Eso sí, nada más levantarte deberás vaciarla e higienizarla antes de guardarla o de colocártela de nuevo.
Sin alergias, ecológicas y más baratas
Con independencia de la firma, cada copa menstrual se produce con materiales hipoalergénicos, como la silicona o el plástico quirúrgico.
En algunos casos, están fabricadas con látex, con un tacto similar al de los preservativos. Las personas sensibles a este material deberán decantarse por las alternativas anteriores.
Además, como adelantamos al principio, una copa menstrual es reutilizable y, por lo tanto, ecológica.
Las diferentes marcas que existen en el mercado garantizan también que su proceso de fabricación es respetuoso con el medio ambiente.
Por otra parte, es un instrumento que te permitirá ahorrar costes en el medio y largo plazo, debido a que las mejores copas menstruales pueden llegar a durar hasta 10 años.
Esto contrasta con las compresas y tampones, que son de un solo uso y deben cambiarse con más frecuencia que la copa.
Cómo utilizar la copa menstrual
El primer paso es elegir bien el tipo de copa menstrual que se adapta a tus necesidades. De manera general, hay tres aspectos que debes valorar:
- La talla: normalmente, la pequeña, como la Lily Cup de Intimina, se reserva para mujeres menores de 25 años, sin hijos o con hijos nacidos mediante cesárea. Otros aspectos que deben tenerse en cuenta para decantarse por un tamaño mayor son la cantidad de flujo menstrual, si se han tenido relaciones sexuales o si se va a utilizar para practicar ejercicios de pilates o yoga.
- Su material: puedes encontrar copas menstruales de silicona, látex o plástico quirúrgico. Las tres opciones son seguras y válidas, pero debes evitar el látex en caso de ser alérgica a este material.
- El aplicador: como ocurre con los tampones, algunas copas menstruales cuentan con un “aliado” a la hora de facilitar su colocación y extracción. Un ejemplo de este tipo es la copa menstrual Enna Cycle. Además de que incorpora un hilo extractor similar al de algunos tampones, incluye un aplicador para que te resulte más fácil introducirla.
Colocación
Una vez escogida la copa menstrual que mejor va contigo, debes estar preparada para que su colocación tal vez no te resulte fácil al principio, pero todo es cuestión de acostumbrarse.
Como en el caso de colocarse un tampón, existen diferentes posturas adecuadas para ello. Por ejemplo, con un pie sobre el inodoro, en cuclillas o sentada.
Nuestra recomendación es que pruebes hasta encontrar la posición que te resulte más cómoda.
Para que su introducción sea más fácil, la copa menstrual es flexible y está pensada para que la coloques tras haberla doblado previamente en forma de “V”, de “7” o de “C”, por ejemplo. También en este punto debes probar las diferentes posibilidades.
Una vez introducida, la copa volverá a su posición original, creando un vacío dentro de tu vagina que la mantendrá protegida de bacterias y otros agentes infecciosos del exterior.
Retirada e higiene
A la hora de retirarla, también debes estar relajada, adoptar una posición cómoda y ser cuidadosa. Las copas menstruales con un hilo extractor pueden serte de ayuda si eres principiante, ya que te será más fácil localizar el punto del que debes tirar.
Utilizar los músculos vaginales te ayudará para hacer fuerza en caso de que la copa se haya desplazado un poco hacia el interior.
Una vez localizada la base de la copa, debes presionarla con el índice y el pulgar para romper el vacío creado al colocarla.
Para extraerla no debes tirar de ella directamente, sino ir haciendo movimientos de lado a lado a medida que vas sacándola.
Cuando ya la tengas fuera, debes vaciar el contenido en el inodoro y, después, lavarla con agua fría, asegurándote de que las diferentes marcas y agujeros queden libres de restos.
No debes aplicar jabón, puesto que puedes dañar la silicona y acortar su vida inútilmente. Además, también podría alterar el pH de tu flora vaginal, dejándote más indefensa frente a posibles infecciones.
Conservarla entre periodos
Antes de guardar la copa menstrual hasta tu siguiente regla, es importante su esterilización. También puedes hacerlo justo antes de comenzar el siguiente periodo.
Para ello, simplemente debes hervir la copa en agua durante 3 minutos y estará lista para usarla.
Con la copa menstrual, ya no tendrás que perder ni un día de tu rutina de ejercicio, viajes, excursiones, rendimiento académico o laboral … ¡Ni nada que se le parezca!
