Nadie puede negar que esta vuelta al cole está siendo un pelín estresante. Las medidas de prevención del contagio de la COVID-19, la asistencia a las aulas en días alternos y las clases online son un escenario proclive para el estrés y la ansiedad en niños y adultos. Y, a su vez, un caldo de cultivo perfecto para empezar a morderse las uñas sin parar. ¡Error!
Las uñas protegen las yemas de los dedos, zonas sensibles de nuestro cuerpo, pero además tienen una gran utilidad a la hora de realizar actividades tan cotidianas como rascarse una parte del cuerpo o desatar un nudo. Por si fuera poco, son un espejo de nuestra salud: el estado y el color de las uñas pueden servir para diagnosticar diferentes tipos de dolencias.
Morderse las uñas de forma habitual puede terminar alterando su morfología (más finas y pequeñas) y su coloración. También puede derivar en inflamaciones de la piel que las rodea, que se convierte en una fuente de infecciones por bacterias, hongos y virus.
Cómo dejar de morderse las uñas
Por todas estas razones, queremos ofrecerte algunos consejos para evitar la mala costumbre de morderse las uñas.
- Masca chicle. Una alternativa para no llevarte los dedos a la boca, mucho más saludable porque, además, te permitirá refrescar el aliento y ejercitar los músculos de la mandíbula.
- Toma infusiones relajantes. Si el motivo de morderte las uñas es el estrés o el nerviosismo, opta por alguna bebida calmante, como la hierba luisa o la melisa.
- Aprieta pelotas antiestrés. Mientras tengas las manos ocupadas en apretujar la bolita, no caerás en la tentación de llevarte las uñas a la boca.
- Utiliza guantes. Gato con guantes no caza ratones… ¡Ni se muerde las uñas! Aprovecha que se acerca el frío y protege tus manos.
- Hazte la manicura. Con unas uñas bien cuidadas, ¡te dará mucha rabia morderlas y estropearlas!
- Opta por un esmalte amargo transparente, disponible en farmacias y aquí. Por su sabor desagradable, tardarás medio segundo en abandonar tu impulso inicial de morderte las uñas.
- Plantéatelo como un reto. Si pasar un día sin morderte las uñas te parece misión imposible, proponte aguantar al menos un par de horas. Superada la primera franja, te sentirás más animado para superar la siguiente y cuando te des cuenta, llevarás tiempo sin recurrir a esta costumbre.
Cómo fortalecer las uñas débiles
Las uñas débiles en una persona sana pueden ser síntoma de la carencia de alguna vitamina. Por ejemplo, la falta de fruta y verdura en la alimentación diaria puede llevar a que las uñas se rompan con facilidad.
Sin embargo, morderse las uñas durante años de forma habitual contribuye a que se vuelvan débiles y quebradizas.
Para mantener unas uñas fuertes, conviene seguir una rutina de cuidados semanal, encaminada a limpiarlas, cortarlas y limarlas adecuadamente.
La hidratación también es importante. Aplicar un aceite para uñas ayudará a evitar padrastros y a cuidar la cutícula que protege a las uñas (¡y por eso no debes retirarla en casa!). La crema de manos es importante también para su uso habitual.
En caso de hacerse la manicura en casa, deben escogerse siempre esmaltes buenos, ya que las lacas agresivas pueden debilitar las uñas (¡esto aplica también a los productos de limpieza, por lo que te recomendamos que utilices guantes para manipular jabones y detergentes!).
También se recomienda aplicar una base protectora antes del pintauñas, y dejar pasar un tiempo entre manicuras, para que las uñas respiren.
Si con estas precauciones no es suficiente, debes saber que existen productos endurecedores de uso tópico, así como suplementos alimenticios como Cystiphane Biorga, que fortalece las uñas frágiles y, además… ¡Previene la caída de cabello desvitalizado y quebradizo!
Por último, la levadura de cerveza también ayuda a fortalecer uñas y pelo por su alto contenido en proteínas. Además, gracias a su contenido en vitaminas del grupo B, mejora nuestro estado anímico. Los suplementos alimenticios de levadura de cerveza en polvo pueden añadirse al yogur o a los zumos, o tomarse con las comidas.