Cómo prevenir la vulvitis infantil en verano

La vulvitis infantil es una inflamación de los pliegues de la piel situados en el exterior de la vagina, es decir, en la zona genital femenina llamada “vulva”. Aunque puede presentarse también en la mujer adulta, a menudo es una afección frecuente entre las niñas entre 2 y 7 años.

Es importante entender que la vulvitis no es una enfermedad en sí misma, sino que suele ser un síntoma común a diferentes causas, tales como infecciones, exposición a sustancias irritantes, alergias, alteraciones hormonales o enfermedades de la piel, entre otras. 

Puede aparecer en cualquier momento del año, si bien el verano se considera una época de mayor riesgo, debido al contacto prolongado con bañadores mojados, con la arena de la playa o el uso de ropa apretada y/o de tejidos que no permiten la transpiración. 

En este post, vamos a ayudarte a identificar la vulvitis infantil y te ofreceremos algunos consejos para prevenirla y abordarla en caso de presentarse.

Síntomas de la vulvitis infantil

Conocer los síntomas de la vulvitis infantil puede ayudarte a detectar la inflamación, que habitualmente cursa con enrojecimiento, picazón, irritación o escozor de la zona. Normalmente, estos suelen ser causados por una higiene inadecuada o por el contacto de la piel con sustancias irritantes y/o que producen alergia.

En ocasiones, estas molestias pueden venir acompañadas de descamación o engrosamiento de la piel, en cuyo caso, conviene consultar al médico ante la posibilidad de que la vulvitis sea debida a afecciones como la dermatitis atópica.

También es posible que la vulvitis se presente acompañada por inflamación de la vagina, produciendo vulvovaginitis. Además de los síntomas ya mencionados, esta afección puede cursar con secreción vaginal o ardor al orinar, y es muy habitual en niñas en edad prepuberal (menores de 8 años).

¿Se puede prevenir la vulvitis infantil?

Sí, la vulvitis infantil puede prevenirse o, al menos, se puede reducir su riesgo de aparición, si se tienen en cuenta una serie de recomendaciones relacionadas con la higiene de la zona genital y con la evitación de irritantes y alérgenos. Estas son algunas de esas medidas:

  • Enseñar a la niña a limpiarse bien después de orinar o defecar: siempre debe hacerse de delante hacia atrás para evitar la introducción de bacterias fecales en la zona vulvovaginal.
  • Evitar lavar en exceso: contrariamente a lo que se pueda pensar, los lavados excesivos modifican la flora vaginal y pueden irritar la piel sensible provocando vulvitis infantil.
  • No utilizar jabones ni papel higiénico perfumados: escoger preferiblemente productos específicos para la higiene íntima infantil

Esto es muy importante para respetar el pH vaginal y evitar la sensibilización de la piel por irritación o alergia. Además, utilizar un gel íntimo de bebé ejercerá sobre su zona íntima un efecto calmante y dermoprotector.

  • Secar bien la zona después de la ducha, y evitar pasar tiempo con el bañador mojado en verano: conviene ponerse ropa interior seca tan pronto como sea posible.
  • En caso de irritación, puede venir bien aplicar en la zona una crema protectora con óxido de zinc, como letifem pediatric, que, además, contiene activos que preservan el equilibrio de la flora natural.
  • Utilizar braguitas de algodón (transpirable) y pantalones o prendas de ropa sueltas, que no queden demasiado apretadas (evitar mallas, medias o leotardos, especialmente, en verano).

Si tu hija monta a caballo o utiliza muy a menudo la bicicleta, plantéate que el roce de la zona vulvar contra el asiento también puede estar causándole irritación.

¿Cuánto tarda en desaparecer la vulvitis infantil?

La mayoría de las vulvitis infantil o vulvovaginitis en niñas responden bien a las medidas higiénicas, a los geles formulados específicamente como melagyn pediatric, y a los tratamientos locales con cremas para prevenir o reducir la irritación cutánea.

Sin embargo, si los síntomas persisten o no mejoran al cabo de unos días, es necesario consultar con el médico. Esto también es importante en casos de vulvitis infantil recurrente o crónica. 

Solo un seguimiento médico regular permitirá identificar la causa específica de la vulvitis infantil y abordarla si existen otras enfermedades o afecciones subyacentes. En ocasiones, puede ser necesaria la prescripción de medicamentos específicos, como antibióticos, antimicóticos, antivirales, corticosteroides tópicos o antihistamínicos. Consulta con el médico y/o el farmacéutico siempre que tengas dudas.

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