La primavera es sinónimo de alegría, pero también de astenia y de alergia al polen: una respuesta inmunológica o defensiva frente a las partículas que emiten las plantas con flor masculinas para fecundar a las femeninas. Durante la etapa de polinización, una sola planta produce miles de granos de polen que no se ven a simple vista y que son los causantes de las famosas alergias primaverales.
Casi 8 millones de españoles están afectados por la alergia al polen, según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Crónica (SEAIC), sobre todo, en las ciudades, donde la contaminación acentúa la rinitis alérgica.
Ciertas gramíneas, los árboles plataneros, olivos, palmeras y cipreses, y algunos arbustos y hierbas (artemisa) producen los tipos de polen que con mayor frecuencia producen alergias.
En la mayoría de los casos, la alergia al polen comienza a manifestarse antes de los 20 años de edad. Para identificarla, conviene conocer los síntomas más frecuentes de la rinitis alérgica y, sobre todo, qué podemos hacer para reducir su intensidad:
- Estornudos y picores de nariz y garganta, sobre todo en las primeras y últimas horas del día.
Por esta razón, si tienes alergia al polen, procura no salir a la calle entre las 5 y las 10 de la mañana y entre las 7 de la tarde y las 10 de la noche, pues son las horas de mayor polinización.
También conviene que mantengas cerradas las ventanas y puertas del hogar para prevenir la entrada del polen.
No seques la ropa al aire libre para evitar que el polen se quede pegado a ella y, si viajas en coche, hazlo también con las ventanillas subidas.
- Estornudos y picores de nariz y garganta,, en ocasiones acompañadas de dolor de cabeza e incluso fiebre.
Para aliviar la congestión nasal, puede ser útil un spray nasal hipertónico, solución estéril que elimina los agentes infecciosos y alérgenos y ayuda a disminuir el uso de medicamentos.
- Acumulación de mucosidad y congestión nasal, con acumulación de legañas: conviene no rascarse e intentar limpiar la zona con suero salino fisiológico de manera recurrente.
Existen también sprays oculares que ayudan en el tratamiento de la conjuntivitis alérgica, aliviando los ojos secos, irritados y rojos.
- Conjuntivitis o picor de los ojos, con dificultad para respirar, tos y pitidos. Se conoce como asma polínico y se da en los casos más avanzados de la rinitis alérgica. En estos casos, debemos acudir al médico para que nos prescriba un tratamiento adecuado.
Los tratamientos más frecuentes de la alergia al polen son la inmunoterapia (vacuna de la alergia) y los fármacos antihistamínicos, pero deben ser prescritos por un profesional sanitario. Por favor, ¡no te automediques!
Y, recuerda: la SEAIC tiene una página web en la que podrás consultar los niveles de polen en el ambiente, para evitar salir al aire libre en los momentos en que exista mayor concentración de esta sustancia.