Venimos de pasar tiempos difíciles a consecuencia de la pandemia de la COVID-19. Sin embargo, como dice la canción de Shakira, recientemente interpretada en el concierto solidario #GlobalGoalunite (en beneficio de la investigación contra la infección por nuevo coronavirus), “CUANDO MENOS PIENSAS, SALE EL SOL”. Por eso, inmersos en la “nueva normalidad”, no debemos bajar la guardia ni un momento. Con los 35 y 40 grados de temperatura acechando en buena parte del país, es el momento de prepararse para evitar los problemas derivados de la sobreexposición solar.
Una de las principales consecuencias de tomar el sol en exceso o sin la protección solar adecuada son las quemaduras solares, relacionadas directamente con la aparición del cáncer de piel. Sin embargo, la radiación UV, con moderación, también aporta beneficios para nuestra salud.
Beneficios de tomar el sol, ¡con fotoprotección!
Evitar la sobreexposición solar no significa que debamos dejar de tomar el sol. Al contrario, el sol es el ingrediente esencial para sintetizar la vitamina D que necesitamos para tener unos huesos y dientes fuertes. Sin embargo, bastan unos 10 minutos de sol, dos o tres veces por semana, para obtener la cantidad necesaria de vitamina D.
Además, el sol estimula el sistema inmunitario, ya que aumenta el número de glóbulos blancos, las células encargadas de la primera defensa frente a infecciones como la gripe.
Otro de los efectos beneficiosos del sol es que puede ayudar a regular nuestros niveles de colesterol porque la luz ultravioleta de las radiaciones solares favorece la metabolización de las grasas.
También existe en tomar el sol un componente emocional. La luz del sol mejora el estado de ánimo debido a que los rayos ultravioleta aumentan la producción de serotonina, un neurotransmisor relacionado con nuestro bienestar y que también interviene en la regulación del sueño y en la conducta sexual.
Y, por supuesto, tomar el sol mejora el aspecto de la piel. Más allá del componente social o de la moda de los bronceados, existen enfermedades dermatológicas, como el acné o la psoriasis, que mejoran bajo el efecto de las radiaciones ultravioletas.
¿Cómo podemos tomar el sol evitando la sobreexposición?
Las CREMAS SOLARES contribuyen a prevenir alergias, urticaria solar o quemaduras por la incidencia de los rayos ultravioleta. Recién estrenado el verano, nos encontramos inmersos en los meses de mayor exposición solar y la fotoprotección cobra ahora más importancia que nunca, preferiblemente la de SPF 50+.
Si deseas conocer los mejores trucos para aplicar correctamente el protector solar, en este otro post te contamos cuándo y cada cuánto tiempo conviene ponerse crema protectora, y resolvemos muchas dudas, como cuál es el fotoprotector más adecuado para cada edad o cuánta crema debemos aplicar con cada uso.
Además de la protección solar tópica, existe también la fotoprotección oral, que complementa a la aplicación de cremas protectoras. Los protectores solares vía oral son complementos alimenticios a base de nutrientes que contribuyen a la fotoprotección celular.
Principalmente, están formulados a base de antioxidantes que protegen la piel del daño oxidativo y de la degradación de los lípidos, proteínas y ADN de las estructuras celulares.
¿Y si ya he sufrido la sobreexposición solar? ¿Qué puedo hacer en caso de quemaduras?
Tras tomar el sol, hidratar y calmar la piel son las dos claves a tener en cuenta, sobre todo, en caso de que detectemos rojeces o quemaduras. Y, para ello, los más recomendable es recurrir a…
- Una ducha con agua templada o fría. Evita el agua caliente tras tomar el sol, ya que contribuirá a la deshidratación de la piel, justo lo contrario de lo que tu cuerpo necesita. ¡Además acortará la vida de tu bronceado!
- Una buena crema aftersun. Sus funciones son calmar la piel, repararla, rehidratarla
- y prepararla para nuevas exposiciones solares.
- También existen geles emolientes, como Vea Lipogel, que previene la sequedad cutánea y mejora el estado de la piel enrojecida a consecuencia de la sobreexposición solar.
- Loción o crema hidratante. Combina el uso de aftersun con una crema hidratante. Por ejemplo, tras la ducha con la que vayas a comenzar el día puedes usar crema hidratante y dejar el aftersun para después del baño cuando regreses de la playa o piscina.
En caso de quemadura, las lociones o geles de aloe vera o calamina pueden aliviar el ardor. Evita la exposición solar en los días siguientes a las quemaduras, para permitir que la piel se cure.
No revientes las ampollas pequeñas y, en caso de que se revienten, limpia la zona con jabón neutro y agua, y aplica un ungüento antibiótico. Después, cubre la herida con una gasa antiadherente.
Si la quemadura persiste, consulta con tu médico o farmacéutico de confianza para que pueda ofrecerte el tratamiento más adecuado para tu piel.