Si sientes los ojos doloridos, llorosos o secos, más sensibles a la luz, con ardor o picazón… es posible que estés experimentando lo que se conoce como fatiga visual.
Se trata de un problema de salud ocular más frecuente de lo que puede parecer, especialmente en periodos en los que debemos acentuar el uso de nuestros ojos.
Pasar más tiempo leyendo, como en las épocas de exámenes de los estudiantes, o ante el ordenador es una de las principales causas de la fatiga visual. Pero existen diversos factores que pueden influir, como conducir durante muchas horas, vivir en un ambiente seco, en estancias con aires acondicionados, o tener alergia primaveral.
¿Cómo saber si tengo fatiga visual?
La fatiga visual se caracteriza por provocar síntomas como ojos doloridos, cansados, con ardor o picazón.
Habitualmente, va de la mano de otras molestias que se extienden más allá de la vista, como dolores de cabeza, dificultad para concentrarse o tensión del cuello, hombros o espalda.
Por suerte, aunque es muy molesto, no se trata de un problema ocular grave, y puede prevenirse o remediarse descansando la vista o siguiendo algunas recomendaciones.
Recomendaciones para prevenir y tratar la fatiga visual
Cuando tenemos la vista cansada, generalmente comenzamos a tener problemas de concentración, por lo que conviene hacer una pausa y descansar la vista. Para ello, procura dirigir la mirada hacia otra dirección diferente de la pantalla o el libro.
Ante el ordenador, prueba la regla 20-20-20: Cada 20 minutos, mira objetos que estén a unos 20 pies (unos 6 metros) de distancia durante al menos 20 segundos.
Procura limitar el tiempo que pasas en el ordenador, tabletas o móviles, especialmente antes de dormir. Siempre que esta opción esté disponible, opta por activar el modo noche en tu teléfono.
Si te gusta ver alguna serie en la televisión o en una tableta, ilumina tu habitación con una luz tenue.
Mejora la calidad del aire de la estancia. Puedes recurrir a un humidificador para evitar que el ambiente se reseque y, con ello, tus ojos. Y no abuses del aire acondicionado.
Para aliviar la sensación de ojo seco, puedes optar por un colirio de ojos para reducir la sensación de irritación.
En caso de que tengas este problema con cierta frecuencia, puede venirte bien usar lágrimas artificiales de venta libre, que te ayudarán a prevenir los ojos secos. Si las utilizas también cuando tus ojos estén bien, contribuirás a mantenerlos correctamente lubricados.
El suero fisiológico de ojos es también una opción a tener en cuenta ante síntomas de irritación provocados por conjuntivitis.
Aliviar los síntomas de la alergia ocular
La alergia ocular, también conocida como conjuntivitis alérgica, es un problema muy común, sobre todo, en primavera, cuando la concentración de polen de árboles y gramíneas es alta.
Habitualmente, se manifiesta con síntomas como enrojecimiento, lagrimeo, picor o ardor, que pueden darse en los dos ojos o solamente en uno, e incluso hinchazón de los párpados.
En estos casos, puede ser necesario optar por un colirio específicamente formulado para la irritación ocular, como Optibén ojos irritados, a base de hipromelosa, extractos naturales de camomila y eufrasia.
También puedes optar por lágrimas artificiales que disminuyan los síntomas de la alergia, como las gotas ojos con alergia de Hylo Dual, que son compatibles con el uso de lentillas y favorecen la hidratación del ojo seco.
¿Quieres un “tip” extra? Aumenta la frecuencia del pestañeo para contribuir a mantener los ojos humedecidos e hidratados.
¿Tienes visión borrosa?
Si, además de los síntomas descritos anteriormente, tienes la sensación de ver doble o borroso, conviene que consultes con el médico, pues es posible que estés empezando a sufrir presbicia o vista cansada.
En estos casos, puede ser necesario comenzar a utilizar lentes para ver de cerca, como las gafas 1 dioptría. Y si ya utilizas gafas, recuerda mantenerlas siempre limpias haciendo uso de un buen limpiagafas. ¡Te ayudará a ver mejor y más nítido con menos esfuerzo!