Los cuidados de la piel del bebé son fundamentales para prevenir y tratar afecciones dermatológicas típicas de los recién nacidos, tales como las rojeces e irritaciones del pañal, la dermatitis atópica o la costra láctea, entre otras. No hay que olvidar que los recién nacidos tienen la dermis mucho más sensible que los adultos.
¿Por qué es importante el cuidado de la piel del bebé?
Los menores de 2 años tienen tendencia a sufrir irritaciones en la piel. Esto puede deberse a diferentes circunstancias como:
- El hecho de que su piel se encuentra aún en desarrollo y, por lo tanto, es mucho más fina que la de un adulto. Como resultado, los bebés tienen más pérdida de agua y de calor, y tendencia a tener la piel más seca y deshidratada, pudiendo agrietarse. En estos casos, puede ser necesario recurrir a un producto regenerador, como Halibut pomada para bebé.
- Por otra parte, el pH normal de los recién nacidos también es más elevado que el de un adulto porque contiene más concentración de ácidos, lo que favorece el desarrollo de infecciones y parásitos, mientras que su sistema inmune, aún inmaduro, es menos capaz de defenderse frente a estos.
- Además, la producción de melanina es mucho más lenta. Esta sustancia nos protege frente a la radiación solar, de ahí que sea imprescindible protegerlos con una crema solar especialmente formulada para los más pequeños.
Para reducir el riesgo de irritaciones en la piel, es recomendable mantenerla hidratada con leche corporal para bebés, que contribuya a reforzar el desarrollo natural de la piel hasta que alcanza su madurez, protegiéndola mejor de las agresiones del medio ambiente (polución, agua calcárea, etc.).
Problemas comunes de la piel del bebé (y cómo solucionarlos)
Entre los problemas dermatológicos que suelen sufrir los más pequeños, cabe destacar los siguientes:
- Dermatitis del pañal, que genera rojeces y sensibilidad en la piel en contacto con el pañal. Conviene cambiarlo con frecuencia y utilizar lociones específicas, como Linimento Mustela para bebés, que está elaborado a partir de una receta tradicional a base de aceite de oliva virgen extra, sin perfume y con un 99% de ingredientes de origen natural. Está especialmente formulado para aplicar después de cada cambio de pañal.
- Eczemas, a consecuencia de tener la piel seca, inflamada o escamada. Es fundamental prestar atención a pequeños bultos rojos o ampollas, ya que, si se infectan, pueden supurar. Consulta con el pediatra ante cualquier sospecha.
- Granitos rojos o blanquecinos en los pliegues de la piel, lo que se conoce como “sudamina”. Aparecen en los bebés con exceso de abrigo, o de calor en verano. Es frecuente en las zonas con ropa más ceñida, por lo que es recomendable optar por prendas flojas y prestar atención a la temperatura corporal del niño o niña.
- Costra láctea, también conocida como dermatitis seborreica. El cuero cabelludo y los pliegues de la piel se escaman. Es particularmente frecuente durante las primeras semanas de vida del bebé. Aunque suele desaparecer por sí misma, puede ser necesario utilizar una crema como Mustela costra láctea, que contribuye a eliminarla porque regula la secreción de sebo en la cara y el cuero cabelludo de recién nacidos. Además, calma y suaviza su piel.
5 cuidados de la piel del bebé que no pueden faltar
Si tu bebé tiene tendencia a sufrir irritaciones en la piel o dermatitis del pañal, sigue los siguientes consejos:
- Aumenta la frecuencia de cambio del pañal.
- Lávale con agua templada y jabón suave.
- Deja secar la piel antes de colocar el pañal limpio.
- Protege e hidrata su piel con una crema o loción específica.
- Ponle el pañal sin apretar para evitar que le quede muy pegado a la piel.
Además, utiliza un jabón neutro (pH entre 5,5 y 7) cuando bañes a tu bebé o, en su lugar, recurre a productos limpiadores para la piel del recién nacido, como la loción Mustela para bebés, que limpia con suavidad y sin provocar sequedad en la piel, especialmente, la de la cara y el culito. Para aplicarla, basta con verter una pequeña cantidad de este gel en un algodón, untarla con suavidad sobre la piel del bebé y aclarar con abundante agua.
Y recuerda, mantén la piel de tu hij@ hidratada con lociones y aceites corporales especialmente formulados para los más pequeños. ¡Hagamos justicia a la comparativa popular de “tener la piel suave como la de un bebé”!