Con la llegada del buen tiempo, empieza la época de lucir bronceado. “Bronce… ¿qué?”, es posible que te estés preguntando. No es para menos, pues, después de todo el invierno con el cuerpo cubierto, aún no nos ha dado tiempo a preparar la piel para el verano. Queremos ayudarte a poner remedio a esta situación y, por eso, hemos preparado este post sobre cómo escoger los mejores bronceadores para la piel. ¡Sigue leyendo!
Como sabes, el sol es el principal responsable de que nuestra tez tome ese tono moreno que tantas personas identifican con un síntoma de bienestar y glamour, especialmente en época de llevar las piernas al aire, ponerse vestidos e, incluso, asistir a algún evento especial, como una boda.
Y eso que, vaya por delante, el hecho de que nuestra piel se ponga morena es, en realidad, una reacción de defensa de nuestro organismo frente a la “amenaza” que supone la radiación. Así, una exposición solar excesiva desencadena una serie de reacciones bioquímicas que se traducen en la producción de melanina, pigmento que nos hace ver morenos, permitiéndonos protegernos del daño oxidativo.
Por eso, antes de empezar a hablar de los mejores bronceadores para la piel, un pequeño pero importante disclaimer: ¡La fotoprotección es un must siempre, todos los días del año, pero especialmente cuando hace sol!
En este sentido, nuestra propuesta de bronceadores para el verano pasa por una selección de productos que permiten que tener la piel morena sea perfectamente compatible con la protección solar. Ahora te lo explicaremos mejor.
Dentro de la amplia gama de productos para hacer que nuestra piel se vea más oscura y tonificada, existen al menos tres categorías: los autobronceadores, los aceleradores del bronceado y los fotoprotectores con color. Veamos cada una de ellas por separado, puesto que conocer sus características te será muy útil para decidir cuál se ajusta más a tus necesidades y gustos.
¿Qué son los autobronceadores?
Los autobronceadores son un tipo de cosméticos que ofrecen un bronceado artificial sin necesidad de exponerse a la radiación solar. La mayoría están compuestos por azúcares que, al entrar en contacto con la piel, producen una reacción que “tiñe” sus capas superficiales de forma temporal, dotándola de un tono uniforme y luminoso similar al bronceado natural que se consigue al tomar el sol.
Existen autobronceadores en cápsulas como Oenobiol autobronceador, cuya aplicación es muy cómoda, pues simplemente consiste en tomar una cápsula al día en una comida, durante 2 meses para un efecto óptimo y durante 3 meses para un resultado máximo. Lo único es que debes tener cuidado si estás embarazada, en periodo de lactancia o bajo control médico, y consultar a tu especialista o a tu farmacéutico de confianza en caso de dudas.
También puedes optar por la opción tópica (la que se aplica directamente sobre la piel), como el autobronceador Bioderma, que se presenta en formato bruma, de modo que su aplicación consiste en vaporizarlo uniformemente sobre la piel a una distancia de unos 20 cm.
Y, si te vas de viaje, también puedes escoger las toallitas Comodynes tanning bronceadoras, que son ideales porque no ocupan mucho espacio en la maleta e, incluso, las puedes llevar contigo en el bolso.
Si quieres saber más sobre este tipo de productos para ponerse moreno, te dejamos este post sobre cómo y cuándo aplicar los autobronceadores.
Cómo funcionan los aceleradores de bronceado
Los aceleradores de bronceado no contienen color. Esto es precisamente lo que los diferencia de los autobronceadores. Entonces, ¿cómo se consigue con ellos ese efecto moreno en la piel?
Bien, la respuesta requiere prestar atención a sus componentes. La mayoría pueden contener en su composición betacarotenos (presentes en alimentos como las naranjas o las zanahorias) u otras sustancias naturales que actúan como aceleradores del bronceado. En otras palabras, animan a tu organismo a producir una mayor cantidad de melanina. De esta forma, se intensifica el efecto del sol sobre tu piel, ayudándote a adquirir el tono bronceado en menos tiempo. Un ejemplo eficaz de este tipo de productos es el activador de bronceado Nesira.
Pero… ¡Fundamental! Con este tipo de bronceadores, debes tener en cuenta que también aumenta el riesgo de quemaduras. Por lo tanto, ¡siempre debes proteger tu piel con una crema o fotoprotector de alto espectro y SPF medio (30+) o alto (50+)!
Si lo prefieres, también puedes optar por utilizar tu protector solar habitual cuando tomes el sol y escoger un acelerador de bronceado como aftersun. Por ejemplo, el prolongador del bronceado BE+ Skin. Se trata de una emulsión post solar que previene y mitiga la tirantez, el enrojecimiento y la descamación.
Te servirá para hidratar y aliviar tu piel tras el baño solar, al tiempo que te ayudará a conservar durante más tiempo el moreno que hayas adquirido.
Por último, existen también las cápsulas Heliocare Bronze, que protegen la piel, aceleran su bronceado y ayudan a prolongarlo. Eso sí, ni siquiera en estos casos se debe prescindir de la protección solar tópica (la que se aplica directamente sobre la piel). Recuerda siempre que la fotoprotección oral debe utilizarse como complemento siempre, y nunca como sustitutivo de un buen fotoprotector en crema, gel, spray o bruma solar.
Fotoprotección tópica con color
Para las personas que solo desean lucir un tono más uniforme y moreno en el rostro, existe también la oportunidad de optar por un protector con color como Vichy Ideal Soleil. En este caso, el bronceado se conseguirá gracias al efecto maquillaje que tienen estos cosméticos. La ventaja es que puedes elegir cada día si quieres llevar la piel morena o prefieres optar por un fotoprotector natural que te permita presumir de tu cutis facial al natural. Debes tener en cuenta que requiere que te desmaquilles al final el día, como parte de tu proceso de higiene de la piel y para evitar teñir tu almohada.
Con toda esta información, ¿ya sabes qué bronceadores para la piel se ajustan más a tus gustos y necesidades? ¡Esperamos haberte ayudado!