Mal que nos pese a todos, los resfriados en invierno son un clásico que, tarde o temprano, se cuela en casi todos los hogares. No ayudan nada los contrastes de temperatura entre la calle y el interior, ni las aglomeraciones típicas de diciembre (compras navideñas, alumbrados de las ciudades…), que favorecen los contagios. Por eso, en este post, vamos a darte algunos consejos para tratar los síntomas de los resfriados, así como para intentar prevenirlos.
Antes de nada, debemos aclarar qué se entiende por resfriado común, catarro o constipado. Se trata de una enfermedad leve del aparato respiratorio que puede afectar tanto a niños como a adultos. Está causada por virus y es muy contagiosa.
¿Cuáles son los síntomas del resfriado?
Los principales síntomas de estos típicos resfriados en invierno son:
- Secreción y congestión nasal
- Estornudos
- Ojos llorosos
- Dolor de garganta
- Tos seca o productiva (con flemas).
También pueden aparecer fiebre leve, dolor de cabeza y/o malestar general. Todos estos síntomas del resfriado común suelen durar entre 5 y 7 días.
¿Cómo abordar los resfriados en invierno?
El abordaje de los resfriados en invierno (y en cualquier otra época del año) consiste, básicamente, en tratar sus síntomas. Por lo tanto, en función de cómo te encuentres y que sea lo que esté haciéndote sentir mal, necesitarás recurrir a jarabes, vahos, irrigadores nasales… Vamos a ver aquí algunas posibles soluciones para cada síntoma más común.
Si tienes congestión nasal, probablemente sea que estás produciendo moco en exceso. En estos casos, es posible que tengas dificultades para respirar correctamente por la nariz. Tenemos dos opciones que pueden serte de utilidad:
- Utilizar aguas de mar, que se obtienen directamente del mar, después de un sistema de filtrado para reducir su salinidad y hacerlas compatibles con la mucosa nasal. Si tienes congestión nasal, puede ayudarte utilizar un producto de este tipo, como Sterimar agua de mar, que hidrata y restaura la humedad natural de la mucosa nasal, mejorando la respiración, lo que, a su vez, te permitirá dormir mejor.
- Recurrir a un irrigador nasal: se trata de una botella flexible que permite preparar una solución salina en su interior e impulsar el líquido dentro de las fosas nasales al presionar la botella con la mano. Está indicado para casos de obstrucción nasal por exceso de moco y/o de catarros.
Por otro lado, para los resfriados que cursan con catarro, una solución natural que puede resultar eficaz son los vahos para la tos. Suelen estar compuestos por plantas como eucalipto, malva, menta, salvia, tomillo y romero. Su función es descongestionar la nariz y ayudar a expectorar, esto es, a expulsar el exceso de mucosidad que se acumula en la garganta y en el pecho en forma de flema.
Y, por supuesto, no hay que olvidar la posibilidad de recurrir a un jarabe para la tos, como el jarabe Pharysol tos, pensado para aliviar el catarro en niños.
En el caso de que varios miembros de la familia (niños y adultos) se hayan contagiado, también puede ser útil recurrir a una fórmula como Aquilea tos family, que, como su propio nombre indica, está dirigido a toda la familia. Calma tanto la tos seca e irritativa, como la tos productiva.
Cuándo acudir al médico por un resfriado
Es muy importante que consultes con tu médico si tienes alguna enfermedad diagnosticada con anterioridad (especialmente, si esta afecta al sistema respiratorio).
También debes acudir al médico si tienes fiebre por encima de 38º o si los síntomas no remiten ni mejoran con el paso de los días, incluso si estás siguiendo las recomendaciones farmacéuticas.
¿Se pueden prevenir los resfriados en invierno?
Sí, podemos tomar algunas precauciones para reducir el riesgo de contraer resfriados en invierno, pero debemos tener en cuenta que son muy contagiosos, y no sentirnos culpables si, tarde o temprano, terminamos cayendo.
No obstante, os dejamos aquí algunas recomendaciones para intentar escapar de estos molestos síntomas:
- Abrígate por capas: de esta forma, no pasarás frío en el exterior ni te asfixiarás de calor cuando entres a tiendas, restaurantes, etc.
- Ventila los espacios cerrados: por miedo a que se escape el calor, no caigas en el error de no ventilar espacios cerrados como la oficina, las aulas si asistes a clase, la propia casa…
- Extrema la higiene de las manos: recuerda lavarlas siempre con agua y jabón, especialmente antes de comer.
- Evita el contacto con personas resfriadas. Recurre a las mascarillas que usábamos durante la pandemia si es necesario.
- Potencia tu sistema inmune: bebe suficiente cantidad de agua y sigue una dieta rica en vitaminas y minerales para fortalecer tus defensas bajas.