Los alimentos funcionales pueden ayudar a prevenir enfermedades como la diabetes tipo 2, trastornos digestivos o infecciones respiratorias

¿Conoces los alimentos funcionales? Seguro que más de una vez has escuchado eso de que “somos lo que comemos”. Esta afirmación quedó recogida por el filósofo y antropólogo alemán Ludwig Feuerbach en su obra Enseñanza de la alimentación, allá por el año 1850. ¡Ahí es nada! Y, sin embargo, contiene, aún hoy en día, mucha verdad, ya que la alimentación no solo sirve para darnos energía y mantenernos en pie, sino que también puede desempeñar un papel protector frente al desarrollo de determinados problemas de salud.
Es en este punto cuando entran en juego los alimentos funcionales, una categoría alimentaria sobre la que cada vez se pregunta más en las farmacias y en las consultas de Nutrición. ¿Qué son los “alimentos funcionales”? ¿Para qué sirven? ¿Qué relación guardan con los suplementos alimenticios? Sigue leyendo para salir de dudas…
¿Qué son los alimentos funcionales?
El concepto de “alimentos funcionales” nació en Japón en los años 80, donde se empezaron a estudiar y desarrollar alimentos diseñados específicamente para mejorar la salud de la población. En efecto, como su propio nombre indica, los alimentos funcionales son aquellos que desempeñan una función sobre nuestro organismo, más allá de la de nutrirnos. Así, este tipo de alimentos nos aportan beneficios adicionales, relacionados con la prevención de enfermedades o con la mejora del funcionamiento de determinadas áreas de nuestro organismo.
Por ejemplo, un simple yogur contiene probióticos capaces de reforzar nuestro sistema inmune. Los cereales ricos en fibra, las frutas y verduras o los huevos enriquecidos con omega 3 se encuentran también entre los alimentos funcionales.
¿Para qué sirven los alimentos funcionales?
El objetivo principal de los alimentos funcionales es mejorar el bienestar general y prevenir ciertos trastornos o enfermedades. No sustituyen a los tratamientos médicos, pero sí pueden marcar la diferencia a largo plazo si se incorporan con regularidad dentro de una dieta equilibrada.
Según ha podido demostrarse en diversos artículos científicos, estos son algunos de los beneficios de los alimentos funcionales:
- Mejoran la digestión, gracias a los probióticos y prebióticos que contienen productos lácteos como el yogur o el kéfir.
- Reducen el riesgo cardiovascular, gracias a alimentos con omega 3, como los huevos, o ricos en fibra, como los cereales, que, además de ayudar a controlar el colesterol, favorece el tránsito intestinal.
- Fortalecen el sistema inmunológico, con alimentos ricos en antioxidantes, vitamina C y otros micronutrientes. Un clásico de esta categoría son los cítricos como las naranjas.
- Frenan el envejecimiento, mediante la ingesta periódica de frutas ricas en antioxidantes, como los frutos rojos.
- Contribuyen al mantenimiento de huesos y articulaciones, como el colágeno hidrolizado o la vitamina D que puede obtenerse de algunos productos lácteos, de ciertos frutos secos o del pescado azul.
Alimentos funcionales y nutracéuticos
A medida que se iban conociendo sus beneficios, los alimentos funcionales fueron despertando el interés de la investigación científica y de la industria alimentaria. Con el objetivo de dar un paso más en la explotación de sus beneficios, surgieron, a finales del siglo XX, los nutracéuticos. Se trata de complementos alimenticios formulados a base de ingredientes naturales (vitaminas, minerales, antioxidantes y ácidos grasos esenciales, etc.) y pensados para completar la dieta diaria de diferentes grupos de población.
Entre los nutracéuticos más útiles y de consumo más habitual, podemos destacar los complementos encaminados a contrarrestar el envejecimiento. Un ejemplo clásico de este tipo de complementos basados en los alimentos funcionales es Multicentrum Hombre, que garantiza el suministro de todos los nutrientes esenciales para preservar una buena salud.

Multicentrum Hombre es un suplemento diseñado para hombres que aporta nutrientes esenciales para la salud. Mejora el sistema inmunológico, la salud cardiovascular, ósea y mental gracias a su contenido en vitaminas y minerales como vitamina C, zinc, B6, B12, ácido fólico y calcio. Es ideal para complementar una dieta equilibrada.
Por su parte, otros complementos alimenticios a base de vitamina E con selenio también pueden beneficiar a los varones, ya que contribuyen a mejorar la calidad espermática. Con ello, se puede mejorar la fertilidad masculina.

La vitamina E y el selenio son antioxidantes que protegen las células y mejoran la fertilidad masculina. La vitamina E beneficia la piel, las membranas y el sistema nervioso, mientras que el selenio potencia su eficacia y es esencial para la formación y movilidad de los espermatozoides. Juntos, apoyan la salud y el bienestar.
Si lo que se pretende es atender a necesidades específicas relacionadas con el paso de los años, tanto en hombres como en mujeres, no debemos olvidar productos a base de colágeno hidrolizado para mantener fuertes los cartílagos, los huesos y la piel.

El colágeno hidrolizado es un suplemento que apoya la salud de articulaciones, cartílagos, huesos y piel. Contiene colágeno, cúrcuma, olivo, vitamina C, magnesio y ácido hialurónico. La vitamina C promueve la síntesis de colágeno, el ácido hialurónico apoya las articulaciones y el magnesio reduce la fatiga y apoya los músculos.
Por otro lado, existen también complementos alimenticios para mejorar o fortalecer la visión, como es el caso de Oftan Mácula Omega 3. No hay que olvidar que este tipo de ácidos grasos, entre otros beneficios, contribuyen notablemente al funcionamiento de la vista.

Oftan Mácula Omega 3 son cápsulas nutricionales que apoyan la salud ocular, especialmente en casos de deficiencia de nutrientes por edad, dieta inadecuada o factores ambientales. Se recomienda tomar una cápsula diaria con agua, preferiblemente después de comer y antes de dormir, para optimizar su absorción y beneficios.
Alimentos funcionales y sistema inmune
Reforzar el sistema inmunitario puede ser muy necesario tanto en niños como en adultos, especialmente en las épocas de mucho estrés y/o durante el invierno. En este sentido, un gran aliado pueden ser los alimentos funcionales ricos en vitamina C, como los cítricos, las fresas, el kiwi, el brócoli o los pimientos rojos.
Para las personas que no pueden obtener de la dieta los niveles adecuados de este nutriente esencial, puede ser útil recurrir a un complemento alimenticio como Leotron Vitamina C. Puede ser el caso de quienes no toman suficiente fruta y verdura fresca, deportistas de alto rendimiento, personas en periodos de estrés prolongado, o fumadores, ya que el tabaco reduce los niveles de vitamina C.

Leotron Vitamina C es un complemento alimenticio con vitamina C, zinc y selenio, sin azúcares, gluten ni lactosa, con sabor a naranja. Apoya el sistema inmunitario, protege las células del estrés oxidativo, reduce el cansancio, mejora la absorción de hierro y contribuye a la formación de colágeno para huesos y piel.
¿Sientes que tienes las defensas bajas? Quizás pueda ayudarte un complemento alimenticio como Inmunoferon cápsulas. Un básico muy útil cuando necesitamos un extra de protección frente a gripes y resfriados.

Inmunoferon es un complemento alimenticio que fortalece el sistema inmunitario, ayudando a prevenir infecciones respiratorias, dermatológicas y urinarias. Es útil en casos de inmunidad reducida, estrés, envejecimiento o inmadurez inmunitaria. Actúa como coadyuvante en tratamientos específicos y vacunación, reduciendo la incidencia de infecciones y apoyando la defensa frente a agentes externos.
Consulta con tu médico o farmacéutico si tienes dudas sobre el uso de estos u otros nutracéuticos y ten en cuenta que existen diferentes formas de consumirlos: en pastillas o cápsulas, en polvo, en soluciones orales… Es decir, una amplia gama de presentaciones para facilitar su consumo.
Preguntas frecuentes
¿Cuál es la diferencia entre alimentos funcionales y nutracéuticos?
Los alimentos funcionales son aquellos que, además de nutrir, aportan beneficios adicionales para la salud, como mejorar funciones corporales o reducir el riesgo de enfermedades. Algunos ejemplos son los alimentos enriquecidos con vitaminas o probióticos. Por otro lado, los nutracéuticos son productos derivados de alimentos que se presentan en forma concentrada, como cápsulas o polvos, y se consumen como suplementos dietéticos para obtener beneficios específicos para la salud. La principal diferencia radica en que los alimentos funcionales se consumen como parte de la dieta diaria, mientras que los nutracéuticos son productos aislados diseñados para complementar la dieta.
¿Qué enfermedades pueden prevenir los alimentos funcionales?
Los alimentos funcionales pueden ayudar a prevenir diversas enfermedades al proporcionar nutrientes y compuestos bioactivos beneficiosos. Estos alimentos, como los ricos en antioxidantes, ácidos grasos omega-3, fibra, probióticos y vitaminas, pueden reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, obesidad, ciertos tipos de cáncer y trastornos digestivos. Además, fortalecen el sistema inmunológico y mejoran la salud general. Por ejemplo, los alimentos con probióticos favorecen la salud intestinal, mientras que los ricos en antioxidantes combaten el daño celular. Incorporar alimentos funcionales en la dieta puede ser una estrategia efectiva para mantener la salud y prevenir enfermedades crónicas.
¿Cuáles son los mejores alimentos funcionales?
Entre los mejores alimentos funcionales se encuentran los ricos en antioxidantes como frutas y verduras (arándanos, espinacas), los que contienen ácidos grasos omega-3, como el salmón y las nueces, los probióticos presentes en yogures y kéfir, y los alimentos ricos en fibra como avena y legumbres. También destacan los que contienen compuestos bioactivos como el té verde y el cacao. Incorporar estos alimentos en la dieta puede mejorar la salud cardiovascular, digestiva y general, además de prevenir enfermedades. Son esenciales para una alimentación equilibrada y saludable.

