La coenzima Q10 es una sustancia clave en la protección de la salud cardiovascular y en la prevención del cansancio, el dolor muscular y el envejecimiento

Seguro que alguna vez has oído hablar de la coenzima Q10, ya sea en un anuncio de cremas antiedad, en una conversación sobre salud cardiovascular o incluso en el contexto del cansancio crónico. Esta molécula, clave en el funcionamiento de nuestras células, forma parte de la formulación de numerosos suplementos alimenticios, con beneficios que van desde el cuidado del corazón hasta el aumento de energía y la protección frente al envejecimiento.
Lo curioso es que nuestro propio cuerpo es capaz de generar esta sustancia, pero, con los años, esa producción empieza a flojear. Por eso, este post puede serte muy útil. ¡Sigue leyendo!
¿Qué es la coenzima Q10?
Ya te hemos dado algunas pistas: la coenzima Q10 (CoQ10) es una sustancia que nuestro cuerpo produce de forma natural. Está presente en casi todas las células del organismo y cumple una función esencial: ayuda a generar energía en forma de ATP, que es el combustible principal de nuestras células (como el gasóleo para los coches, vamos).
Esta coenzima actúa dentro de las mitocondrias (las “centrales energéticas” de nuestras células) y facilita las reacciones químicas necesarias para transformar los nutrientes en energía utilizable. Además, destaca por su potente efecto antioxidante, lo que significa que ayuda a proteger a nuestras células del daño causado por los radicales libres.
Con el paso del tiempo, especialmente a partir de los 30 años, la producción natural de CoQ10 comienza a disminuir. Además, ciertos medicamentos (como las estatinas, utilizadas para reducir el colesterol) también pueden reducir sus niveles en el organismo. Y aquí es donde la suplementación con productos como Vitans coenzima Q10 puede tener sentido, sobre todo, a la hora de aliviar molestias musculares.

Vitans Coenzima Q10 ayuda a aliviar las molestias musculares causadas por las estatinas. Suplementar con 100 mg de coenzima Q10 puede reducir estos dolores. Además, fortalece el sistema inmune, combate la fatiga, mejora el rendimiento deportivo y protege la salud cardíaca.
Beneficios de la coenzima Q10
Uno de los usos más estudiados de la CoQ10 tiene que ver con la salud del corazón, uno de los órganos que más energía consume. Dado que esta sustancia es clave en la producción de energía celular, mantener buenos niveles puede ayudar a mejorar los síntomas de afecciones como la insuficiencia cardiaca, la hipertensión o las enfermedades coronarias.
Además, sus propiedades antioxidantes ayudan a proteger las células del daño oxidativo. Por eso, existen suplementos alimenticios como Coenzima Q10 Vitalfarma que contribuyen al funcionamiento normal del sistema inmunitario y promueven la salud general.

Coenzima Q10 Select es un complemento alimenticio que protege las células del daño oxidativo. Contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario y al mantenimiento del cabello y las uñas en condiciones normales. También apoya la espermatogénesis normal.
Reducir el cansancio con la coenzima Q10
Al facilitar la producción de energía, la CoQ10 puede contribuir a reducir la fatiga, especialmente en personas con niveles bajos de esta sustancia. Algunos estudios indican que puede mejorar la resistencia durante el ejercicio y, por eso, es un suplemento popular entre los deportistas.
Aunque no se trata de un estimulante (no actúa como la cafeína, por ejemplo), complementos alimenticios como Supradyn coenzima Q10 pueden ser útiles para quienes sienten que les falta “chispa” o se arrastran a lo largo del día sin una causa médica clara.

Supradyn Energy es un suplemento efervescente que proporciona vitaminas y minerales esenciales para aumentar la energía y vitalidad. Contiene vitaminas B, C, D, E, zinc, selenio y coenzima Q10, que ayudan a combatir la fatiga, mejorar el rendimiento físico y mental, y fortalecer el sistema inmunitario.
Coenzima Q10 para la piel
La CoQ10 actúa como un potente antioxidante, combatiendo los radicales libres que aceleran el envejecimiento celular. En este sentido, se ha investigado su papel en la protección de la piel, en la promoción del rendimiento cognitivo e, incluso, en enfermedades neurodegenerativas como el párkinson.
En lo que refiere a sus beneficios para la piel, su aplicación en cremas o como sérum facial se ha vuelto cada vez más común en cosmética antiedad, ya que ayuda a mejorar la elasticidad de la piel y a reducir la aparición de arrugas. Dos claros ejemplos de ello son Esylma crema facial y Eucerin Q10 Active, en este caso para su aplicación como crema de noche.

La crema facial Acofar Esylma Resveratrol Q10 es reafirmante, antiarrugas y antioxidante, ideal para pieles normales a secas. Contiene resveratrol, que protege contra radicales libres y retrasa el envejecimiento, y coenzima Q10, que reduce arrugas. Además, incluye pasiflora para suavizar y rosa mosqueta para hidratar y regenerar.

Eucerin Q10 Active es un cuidado antiarrugas nocturno para pieles sensibles que fortalece la piel contra el envejecimiento prematuro al reponer la coenzima Q10, mejorando la regeneración celular y reduciendo las arrugas. Su fórmula es libre de parabenos, colorantes y perfumes, lo que garantiza alta tolerabilidad en pieles sensibles.
¿Dónde encontrar Coenzima Q10?
La forma más común de consumir coenzima Q10 como suplemento es en cápsulas, comprimidos o geles blandos que puedes encontrar en las farmacias, muchas veces combinados con otros antioxidantes o vitaminas, según el enfoque del producto (energía, salud cardíaca, antienvejecimiento, etc.).

La coenzima Q10 de Botanicapharma produce energía en el cuerpo, pero su producción disminuye con la edad, estrés y enfermedades como la fibromialgia, lo que hace necesaria su suplementación. Este complemento ayuda en la fatiga crónica, tiene efectos antiedad en la piel y propiedades antioxidantes, siendo útil para la salud cardiovascular.
Además, debes saber que, aunque en cantidades relativamente pequeñas, la coenzima Q10 está presente de forma natural en varios alimentos,. Los más ricos son:
- Carnes rojas.
- Pescados grasos como el salmón, el atún y las sardinas.
- Frutos secos, como los cacahuetes y las nueces.
Aceites vegetales (soja, sésamo). - Espinacas, brócoli y coliflor.
Con todo, para alcanzar dosis terapéuticas o corregir una deficiencia, la alimentación por sí sola puede no ser suficiente. Consulta con tu médico o farmacéutico en caso de que tengas dudas.
Preguntas frecuentes
¿Qué contraindicaciones tiene la coenzima Q10?
La coenzima Q10 (CoQ10) tiene varias contraindicaciones. No se recomienda durante el embarazo y la lactancia, a menos que lo indique un médico. Puede interactuar con anticoagulantes como la warfarina, aumentando el riesgo de sangrado, y con medicamentos para la presión arterial y quimioterapia, alterando su eficacia. Las personas con presión arterial baja, problemas hepáticos o renales y alergias a sus componentes deben tener precaución. No se aconseja su uso en niños. Los efectos secundarios son raros, pero pueden incluir malestar estomacal y náuseas. Siempre es mejor consultar a un profesional de salud antes de tomarla.
¿Cuándo se recomienda tomar coenzima Q10?
La coenzima Q10 se debe tomar con comidas que contengan grasa para mejorar su absorción, siendo más importante la regularidad que la hora del día. Se recomienda en personas mayores de 40 años, en quienes toman estatinas, en personas con fatiga crónica, riesgo cardiovascular o migrañas y en deportistas. Es liposoluble, por lo que se debe consumir con grasa y es esencial consultar a un médico antes de iniciar su uso, especialmente si se toman otros medicamentos. Para dosis altas, es mejor dividir la ingesta a lo largo del día, preferiblemente con cada comida.
¿Cómo saber si te falta coenzima Q10?
Para saber si te falta coenzima Q10, presta atención a síntomas como fatiga, debilidad muscular, problemas cardíacos, mareos, dolores de cabeza y dificultades para dormir. Un médico puede realizar pruebas de sangre para medir tus niveles de CoQ10 y confirmar una posible deficiencia. Los síntomas pueden incluir cansancio, debilidad muscular, arritmias, mareos, problemas digestivos y cambios de humor. La deficiencia puede estar relacionada con el envejecimiento, el uso de estatinas o enfermedades mitocondriales. Es importante consultar a un profesional de la salud para un diagnóstico adecuado y tratamiento si es necesario.

