Cómo mejorar el rendimiento cognitivo

Nuestro cerebro recibe constantemente información a través de los sentidos. El rendimiento cognitivo se refiere a su capacidad de procesar estos estímulos y trabajar con ellos. Y, como ocurre con la piel y con el resto de órganos de nuestro organismo, el envejecimiento es su principal “enemigo” natural. 

De hecho, algunos estudios han señalado que el rendimiento cognitivo alcanza su pico entre los 35 y los 45 años y decrece a partir de esa edad. Más aún, este fantástico “poder” de nuestro cerebro encuentra un acusado declive a partir de los 70 años, según la ciencia.

Ahora bien, sabiendo esto, ¿hay algo que podamos hacer para mantener nuestras funciones cognitivas en forma durante más tiempo? Afortunadamente, sí. Desde jugar a las cartas o aprender un idioma, hasta llevar una adecuada alimentación. Sigue leyendo para conocer cómo mejorar el rendimiento cognitivo.

Actividades para mejorar el rendimiento cognitivo

Existen actividades que, practicadas regularmente, pueden ayudar a preservar las funciones cognitivas. Esto, a su vez, puede servir para prevenir o retrasar la aparición de enfermedades neurodegenerativas, como la demencia o el alzhéimer.

Lo “mejor” de todo es que estas tareas cotidianas pueden llegar a ser muy placenteras. Hablamos de prácticas como la lectura, que fomenta la imaginación y favorece la concentración. También de los crucigramas o juegos de mesa como las cartas o el parchís, que nos pueden servir para mantenernos activos a nivel cognitivo. No hay que olvidar que el cálculo, el vocabulario, la memoria o la relación de conceptos, entre otras capacidades, suelen estar implicadas en este tipo de juegos.

Cuidar la alimentación

La alimentación tiene un papel muy importante en la preservación de las capacidades cognitivas debido a que es nuestra principal fuente de nutrientes, vitaminas y minerales. En este sentido, si tenemos problemas de memorización o para concentrarnos, existen vitaminas para la memoria que nos pueden ayudar en el proceso. Así, nos resultará un poco más fácil mantener nuestro cerebro activo realizando actividades que requieran un cierto esfuerzo a nivel intelectual.

Otra opción es Forcemil memoria, que está formulado a base de extracto seco de gingko biloba y otras sustancias naturales que estimulan la capacidad cognitiva.

Estudiar un idioma, asistir a clases o charlas, o aprender sobre temas que desconocemos también puede ayudarnos a retrasar el deterioro cognitivo. Es cierto que requerirán un cierto esfuerzo, pero de eso se trata: de estimular el cerebro para que no deje de trabajar y se mantenga activo. 

Con una alimentación variada y equilibrada, estaremos más cerca de conseguirlo. Particularmente, debemos asegurarnos de incluir en nuestra dieta alimentos ricos en:

  • Ácidos grasos omega-3, para reparar las células cerebrales: pescado azul, nueces, semillas, soja…
  • Antioxidantes, para reducir el estrés celular y la inflamación: tomates, guisantes, puerros, brócoli, repollo, maíz, espinacas, naranjas, etc.

Controlar el colesterol

Cuando se encuentra en cantidades elevadas, el colesterol malo (LDL) se acumula en los vasos sanguíneos y puede provocar ataques al corazón, ictus u otros problemas de salud. Medir el colesterol en la farmacia puede ser una buena opción para saber si tenemos los niveles adecuados de esta sustancia.

En caso de que el test resulte en un resultado indeseado (colesterol malo alto), conviene acudir al médico para valorar un posible tratamiento y/o consultar con el farmacéutico la posibilidad de adquirir un complemento alimenticio para regularlo, como puede ser Lipok colesterol, que contiene arroz de levadura roja, berberina y coenzima Q10, ingredientes que actúan de manera combinada para estabilizar el colesterol.

Otra opción es Oxicol colesterol, un complemento alimenticio con monacolina K, extracto de uva y resveratrol, que, además de ayudar a regular el colesterol, actúan sobre los radicales libres y evitan el desgaste de las células. 

Además del riesgo cardiovascular, el colesterol elevado es un factor de riesgo para el deterioro cognitivo leve, y puede ser responsable, en parte, de alteraciones del lenguaje, pérdidas de atención o de memoria o incluso del estado de ánimo en personas a partir de los 50 años. Así que, ya sabes, toma nota de estas recomendaciones para mantenerlo a raya y mejorar tu rendimiento cognitivo.

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