El clásico dicho “eres lo que comes” cada vez cobra más sentido. Desde hace algunos años, se sabe que una adecuada alimentación infantil durante los primeros 1.000 días de vida es esencial para mejorar el desarrollo y la salud a largo plazo del niño.
Así, proporcionar al bebé una dieta equilibrada y saludable no solo posibilita un correcto crecimiento y desarrollo, sino que también favorece el equilibrio de la flora bacteriana y refuerza su sistema inmunológico, dos aspectos claves para la prevención de infecciones (gripes, resfriados, otitis…) y otras enfermedades en el futuro.
Alimentación infantil según la edad
Uno de los aspectos que no debemos perder de vista es que los niños tienen diferentes necesidades nutricionales en función de su edad, esto es: la dieta de un recién nacido no debe ser la misma que la de un bebé de un año, por ejemplo.
Por lo tanto, si tienes dudas sobre el patrón de alimentación que debe seguir tu hij@, no dudes en consultar con el pediatra. También existen guías infantiles que pueden serte de utilidad. A título orientativo, estas son algunas pautas generales:
- Alimentación de 4-6 meses. Los bebés recién nacidos deben alimentarse exclusivamente de leche materna y/o leche de fórmula.
- Alimentación de 7-12 meses. En este periodo, el bebé pasará a la alimentación complementaria. La lactancia se combinará con otras comidas, como potitos de ternera, pescado o verduras, o bien papillas de frutas. Cada tipo de alimento deberá introducirse gradualmente.
Se recomienda tomar al menos medio litro de leche diario, que puede ir acompañando a una papilla de cereales Nutribén o una fórmula similar.
- Alimentación de 1-2 años. Al llegar a esta edad, es el momento de comenzar a introducir alimentos troceados, que el bebé ya podrá masticar. También podrá experimentar comidas más completas.
- Alimentación de 2-3 años. A partir de los 2 años de vida, el niño comenzará a hacer cuatro comidas diarias (desayuno, comida, merienda y cena). Es importante repartir el aporte calórico entre ellas y acostumbrar al niño a una rutina alimentaria. ¡Le servirá de guía para la época adulta!
- Alimentación de 4-6 años. En este periodo, se recomienda que el niño coma completamente integrado en la mesa familiar para desarrollar la faceta social de la alimentación.
También es en esta época cuando deberá ser capaz de comer solo. Existen platos, cubiertos y vasos especiales para que los más pequeños aprendan a manejarse con la comida. Por ejemplo, una taza bebé antiderrame será muy útil en los primeros momentos, para que el niño pueda beber sin mancharse.
Importante: no olvides incluir algunos alimentos nuevos en los platos habituales del pequeño, para que pueda familiarizarse con ellos y experimentar con nuevos sabores, pero sin forzar y respetando cuando el niño indique que ya está lleno.
Intolerancias frecuentes en la alimentación infantil
Algunos niños experimentan alergias o intolerancias alimentarias que es preciso detectar a tiempo. Algunas bastante conocidas son la intolerancia a la proteína de la leche de vaca (presente en algunas leches de fórmula) o la alergia al trigo, entre otras.
Existen alimentos, como leches de fórmula o cereales, especialmente formulados como solución para estas situaciones. Por ejemplo, ante un caso de celiaquía, Blevit bibe sin gluten puede ser una alternativa inteligente para garantizar la ingesta de cereales en los bebés a partir de los 4 meses y cuando se requiere una dieta sin gluten.
Si notas que tu hij@ tiene problemas con la lactancia o con otros alimentos (náuseas, vómitos, llanto, rechazo a la hora de tomar el biberón o la papilla…), consulta con el pediatra para que pueda estudiar su caso.
