¿Sabías que la calidad de tu alimentación influye sobre cómo te sientes? Tal vez estés pensando en que sí, pues degustar platos sabrosos y exquisitos suele ser una fuente de felicidad inconmensurable. Pero… ¿Y si te dijéramos que existen complementos alimenticios que puedes tomar para mejorar el ánimo?
Pues así es: existen nutrientes que nos ayudan a sentirnos más animados, motivados y enérgicos. Determinados alimentos, como los que te indicaremos en este post, suelen contenerlos, pero su presencia también puede reforzarse mediante suplementos. Ya lo dijo el filósofo y antropólogo alemán Ludwig Feuerbach en 1850: “Somos lo que comemos”.
Magnesio para equilibrar nuestro ánimo
El magnesio es un elemento fundamental para la producción de energía. También influye notablemente sobre nuestro equilibrio nervioso. Entre los alimentos que contienen magnesio, caben destacar las legumbres (soja, judías, garbanzos, lentejas…), las verduras de hoja verde (berros, espinacas, acelgas), el pan integral, las nueces y las almendras, o semillas como las pipas de girasol o de calabaza.
Para los amantes del dulce, una buena noticia: las tabletas de chocolate negro, con al menos un 70% de cacao, son una fuente concentrada de magnesio. Tal vez, de ahí que se diga que el chocolate anima en los días tristes… Eso sí, ¡cuidado con las calorías! Nada de atiborrarse…
En cuanto a suplementos alimenticios que aportan un extra de este mineral, se puede optar por un complemento con magnesio y ácido fólico, que aporta al organismo las vitaminas, minerales y aminoácidos necesarios para llevar una vida sana y saludable.
Omega-3 para tratar la depresión
Los ácidos grasos omega-3 son grasas poliinsaturadas que se obtienen a partir de la dieta. Están presentes, sobre todo, en el pescado azul (atún, salmón, sardinas…).
Según varios estudios, una dieta pobre en este nutriente podría suponer un factor de riesgo para el desarrollo de la depresión. Aún más, una revisión sistemática llevada a cabo por investigadores asturianos en 2016, determinó que los ácidos omega-3 pueden actuar como coadyuvantes en el tratamiento de este trastorno mental.
Por otra parte, se sabe que los ácidos omega-3 reducen los triglicéridos, un tipo de grasa en la sangre, por lo que favorecen el latido cardiaco.
Para las personas con déficit de estos ácidos grasos, o que encuentran dificultades para consumir alimentos con omega-3, existen suplementos alimenticios como Omega-3 Moller, que contribuye a mantener el funcionamiento normal del cerebro y la vista, así como al funcionamiento normal del corazón.
Mantener el estrés a raya
Otro aspecto clave para mejorar nuestro bienestar es intentar vivir una vida lo más relajadamente que podamos. Todos deberíamos reservar al menos media hora libre cada día para leer, echar una pequeña siesta, ver un episodio de nuestra serie preferida, dar un paseo, dejar la mente en blanco… En fin, cualquier cosa que nos haga sentir en paz y conectar con nuestro interior.
Para quienes no lo consiguen porque están sometidos a mucha sobrecarga o presión, Arkorelax Estrés Control puede ser un gran aliado. Se trata de un complemento alimenticio a base de extractos de raíz de rhodiola y eleuterococo (dos plantas con propiedades medicinales), magnesio y vitamina B6. Ayuda a resistir mejor los periodos de exceso de trabajo, reduciendo la fatiga, mejorando los niveles de estrés y aumentando la resistencia física y emocional.
No es magia, son vitaminas
Las vitaminas son un grupo de sustancias que nuestras células necesitan para funcionar correctamente. Existen 13 vitaminas esenciales y, en determinadas épocas del año, puede ocurrir que los niveles de algunas de ellas se desequilibren.
Una prueba de ello puede ser que, conforme va llegando el frío, nos volvamos más propensos a sufrir resfriados y otras infecciones víricas. Cuando esto ocurre, nuestro sistema inmunológico suele agradecer un poco de ayuda. Para ello, se puede recurrir a un complemento alimenticio como Revital con jalea real. Se trata de ampollas con vitaminas que refuerzan nuestras defensas frente a bacterias y virus.
Prepararse para el invierno con vitamina D
La falta de luz solar suele afectar a muchas personas, que se sienten más decaídas o melancólicas conforme se acercan los meses invernales. Más allá de las cuestiones psicológicas, existen procesos metabólicos que interfieren.
En algunos casos, una sensación continuada de fatiga, combinada con otros síntomas como malestar general, calambres musculares o dolores articulares… podría sugerir un déficit de vitamina D.
Ante cualquier sospecha, conviene acudir al médico para hacerse una revisión. Una analítica de sangre podrá confirmar la falta de esta vitamina que nuestro organismo sintetiza al exponerse a la luz solar… Esa que tanto nos falta a final de año.
Afortunadamente, este problema suele tener solución, ya que algunos alimentos aportan vitamina D, como es el caso del pescado azul, los huevos, la mantequilla y la leche, entre otros. Además, el médico o el farmacéutico podrán recomendarnos un tratamiento en ampollas o cápsulas con vitamina D.