Cuando pensamos en los síntomas de la COVID-19, los asociamos rápidamente con tos, fiebre, dificultad para respirar… En efecto, el nuevo coronavirus o SARS-Cov-2 causa una infección respiratoria muy contagiosa que puede llegar a desencadenar una afectación pulmonar grave, especialmente entre la población de riesgo.
Sin embargo, con la COVID-19 también pueden sufrir alteraciones otros órganos de nuestro cuerpo como la piel. Incluso sin pasar la enfermedad, las medidas para su prevención, como el uso de la mascarilla o del gel hidroalcohólico, pueden desencadenar irritación, sequedad, rojeces, problemas de transpiración…
A esto, debemos sumar que la sexta ola ha comenzado en pleno invierno, con las temperaturas más bajas del año, momento en el que nuestra piel también se resiente debido al frío.
Para tratar de hacer frente a estas posibles complicaciones, vamos a darte algunos consejos para cuidar la piel en tiempos de COVID-19.
Cuidar la piel sana
Hemos visto que la prevención del contagio de COVID-19 requiere llevar una adecuada higiene de manos, lo cual implica también prestar atención a la salud de nuestra piel y protegerla frente a la sequedad, la irritación o la deshidratación.
Por eso, es importante que, cuando te laves las manos, procures hacerlo con agua templada y preferiblemente con jabones suaves o soluciones syndet, que están indicadas para pieles sensibles. Este punto es interesante también para el cuidado de la piel del cuerpo.
A la hora de secarlas, no debes frotar, sino dar pequeños toques con una toalla suave (que no “rasque” tu piel).
Si necesitas recurrir al uso del gel hidroalcohólico, asegúrate de tener las manos secas previamente.
Y, por supuesto, recuerda aplicar crema hidratante con frecuencia, por la mañana y antes de dormir, y después de lavarte las manos, especialmente si notas tirantez o sequedad. Apuesta por una formulación que no lleve fragancias, como La Roche-Posay piel seca.
Proteger la piel del rostro
La piel de la cara puede ser más sensible aún que la de las manos. El uso de la mascarilla puede ser una fuente de irritación, rozaduras e, incluso, de lo que se conoce ya como maskné, una suerte de acné provocado por la falta de transpiración de los poros de la piel al llevarla tapada durante largas horas.
Para prevenir este problema, recuerda que es conveniente evitar el maquillaje, especialmente las bases fluidas, que suelen ser más oleosas.
Si sientes que tu piel está irritada, tiene imperfecciones o le falta luminosidad, puedes plantearte la aplicación de una crema regeneradora, como la crema dermocosmética Martiderm, que debe utilizarse por la noche en cara, cuello y escote, realizando un suave masaje hasta su completa absorción.
Durante el día, no olvides hacer siempre uso de la crema solar, incluso en invierno, ya que la fotoprotección es necesaria durante todo el año. Recuerda que el sol, aunque solo salga durante unas horas, es una de las principales causas de irritación de la piel.
Piel COVID-19
Un estudio realizado por el King’s College London reveló que un 21 % de las personas que han pasado la COVID-19 solo detectaron manifestaciones dermatológicas como síntomas de la enfermedad.
De hecho, desde el inicio de la pandemia, se ha visto que las lesiones en la piel pueden servir como señal de alerta temprana del contagio. Así, entre los síntomas dermatológicos más típicos causados por la infección por nuevo coronavirus, caben destacar:
- Erupciones (con escozor o quemazón, irritación o sensación de tirantez)
- Urticaria (picor)
- Eccemas en el pecho y cuello
- Placas escamosas
- Lesiones vasculopáticas, como la aparición de petequias, que son pequeños puntos rojos que aparecen bajo la piel, o de los “dedos covid” (rojez e inflamación de los dedos de los pies, debido a la aparición de eritemas).
La deshidratación será también notable en la piel con síntomas, a menudo referida ya como “piel COVID-19”. Por tanto, se recomienda extremar la rutina de limpieza e hidratación de la piel.
En caso de sequedad, es preferible apostar por cremas emolientes, varias veces al día y por la noche antes de acostarse. Por ejemplo, las hidratantes con calamina son una solución eficaz para reducir los picores de la piel debido a la acción calmante y refrescante de esta sustancia, que también garantiza su hidratación.
En todo caso, si existen antecedentes de eccema o dermatitis de contacto, o si la erupción o el picor no remiten, se recomienda siempre consultar con el médico de cabecera o dermatólogo.
