El Día del Niño se celebra para promover el bienestar y los derechos infantiles. Esta festividad fue proclamada por primera vez en Ginebra en 1925. Con motivo de su conmemoración anual en España, queremos dedicar este post a los más pequeños y hablaremos de algunos juguetes que son clave para su correcto crecimiento y desarrollo.
Mordedores y alimentación
Dicen que los recién nacidos solamente comen y duermen y, hasta cierto punto, esta afirmación es real. Al principio, el bebé se nutrirá exclusivamente de leche (materna o artificial), pero al cabo de unos meses comenzará a interesarse por otro tipo de alimentos.
En este sentido, una de las preocupaciones habituales de los padres es acertar con el momento adecuado para introducir sólidos en la dieta del bebé.
Hacerlo bien es fundamental para evitar que el niño se atragante, pero también para contribuir a su correcto desarrollo nutricional y prevenir la aparición de alergias alimentarias.
Hoy en día, se recomienda dejar que el propio bebé (de entre 4 y 12 meses) sea quien haga de guía a sus progenitores, de tal forma que se le empiecen a ofrecer sólidos cuando el niño muestre interés por ellos (por ejemplo, alargando una mano hacia la comida si se sienta a la mesa a la hora de comer). Es lo que se conoce en inglés como “bapor-led weaning”.
De seguir esta práctica, se debe combinar la leche a demanda del bebé con algunos alimentos complementarios. Para prevenir el atragantamiento, deberán dársele trozos grandes que el niño no pueda partir. Por ejemplo, una manzana entera y no una tira pequeña, que se le puede atravesar en la garganta.
No es un problema si el niño no logra morder la fruta, o si solo chupa sin llegar a ingerirla. El reflejo extrusivo del niño (así se llama esta situación) es una estrategia natural del bebé que le sirve precisamente para prevenir el atragantamiento.
Sin embargo, el simple hecho de introducir el alimento en la boca (aunque termine por expulsarlo) le permite adquirir buena parte de los nutrientes que se encuentran, en este caso, en la fruta.
Otra opción inteligente para enseñar al bebé a tomar sólidos es ofrecer alimentos muy cocinados que se deshagan con facilidad, como purés de carne o pescado, o sopa de fideos.
Si lo prefieres, puedes optar por los potitos Hero bapor, que no llevan gluten y son apropiados para lactantes y niños de corta edad. Verduras de la huerta, frutas, hortalizas, merluza y arroz… Todos los nutrientes que tu hijo necesita los encontrarás en estas fórmulas súper fáciles de preparar, pues no precisan más que removerse con una cuchara y calentarse en el microondas o al baño maría.
A partir de los cuatro a seis meses, pueden introducirse también en la dieta del bebé los cereales sin gluten, como las papillas de cereales Nestlé hidrolizados, que son una fuente natural de fibra, vitaminas y minerales.
¿Y qué papel juegan los mordedores?
Los mordedores son muy importantes para satisfacer la curiosidad del niño, así como para aliviar el dolor causado por el nacimiento de sus primeros dientes, que normalmente ocurre entre los 6 y los 12 meses de vida.
Así, los mordedores son objetos diseñados generalmente en goma o plástico que sirven como calmante del dolor de encías fruto de la aparición de la dentadura de leche.
También pueden evitar que el niño introduzca en su boca otros artículos que supongan un peligro de atragantamiento o daño.
Por otro lado, fortalecen las manos y dedos del bebé y su coordinación, pues tiene que aprender a cogerlo para llevárselo a la boca.
Sus colores y formas llamativas despiertan también el interés del niño y estimulan sus sentidos.
Hay mordedores de muy diversos tipos y con diferentes texturas y representaciones (con forma de frutas, de animales…).
Nosotros te recomendamos el mordedor jirafa de Dr. Brown, que, sin duda, servirá como una excusa brillante para ir sensibilizando a tu hijo en el conocimiento y respeto de los animales y otros seres vivos.
Quitamiedos al dormir
Muchos niños experimentan miedo a la oscuridad a la hora de irse a dormir o cuando se despiertan solos en su cuarto a mitad de la noche. Este temor puede aparecer a partir de los 18 meses, aunque suele volverse más habitual entre los 3 y los 4 años.
En general, se considera que es una reacción normal en la infancia. Sin embargo, existen aliados que podemos utilizar para minimizar el temor y ayudar a nuestros hijos a superar este problema.
Una manera de hacerlo es colocar una luz tenue en su habitación, que les permita habituarse a la oscuridad sin que esta sea total.
Los quitamiedos son pequeños puntos de luz cálida y relajante que le ayudará a conciliar el sueño sin interrumpir su descanso.
Las lámparas quitamiedos a menudo tienen formas divertidas y familiares para los más pequeños, como lunas o estrellas. Un ejemplo que encantará a tu niño es la luz quitamiedos bebé de Acofarbapor.
Se trata de una estrella que proporciona una suave luz blanca. Es 100 % segura, ya que funciona con sistema LED, lo que permite su funcionamiento durante horas sin calentarse.
Sonajeros para jugar
Junto al sueño y la alimentación, los estímulos completan el hat-trick de necesidades del bebé. Los sonajeros deben llegar a la vida del niño para satisfacer esta demanda de sensaciones, atención e interacción.
El ruido que provoca un sonajero activa sus sentidos del oído y de la vista, pues en el momento de escuchar el sonido, querrá ver de dónde proviene.
A la hora de escoger uno, es importante también que sea de diferentes colores, para captar aún más la atención del niño, que enseguida querrá cogerlo y palparlo (involucrando, así, el sentido del tacto), y para acostumbrar sus ojos a las distintas tonalidades.
También es bueno que el bebé pueda adueñarse del sonajero, pues al moverlo para hacerlo sonar, podrá entrenar su coordinación corporal.
Nuestra propuesta es el sonajero tribolas de Acofarbapor. Hecho de cuatro colores diferentes (naranja, amarillo, rosa y azul), es unisex y su tamaño es adecuado para que el niño lo manipule. Esto disminuye los riesgos de golpes o de que pudiera introducírselo en la boca.
En todo caso, para garantizar la seguridad, el aprendizaje y la máxima diversión, te recomendamos que juegues con tu hijo. Puedes agitar el sonajero, ocultarlo y mostrárselo para que interactúe y agudice sus sentidos mientras disfruta de ti.
Sin duda, el mejor plan para celebrar, hoy y siempre, el Día del Niño.
