Aunque existen muchas causas de diarrea, la mayor parte de ellas se deben a infecciones por intoxicación alimentaria. En verano, comer alimentos en mal estado sin que nos demos cuenta es más probable, ya que las altas temperaturas aceleran la descomposición de la comida. Además, si los alimentos están al aire libre, las moscas y mosquitos, habituales de esta época del año, también pueden posarse sobre ellos y contaminarlos.
Así pues, no romper la cadena de frío y conservar los alimentos de forma adecuada son las principales claves para evitar las intoxicaciones alimenticias. En este post queremos darte algunos consejos para prevenir la aparición de diarreas en verano:
- Mantén los alimentos en la nevera o en el congelador hasta el momento de cocinarlos. Guárdalos siempre cubiertos o en un recipiente cerrado.
- Una vez cocinados, no los mantengas durante más de media hora a temperatura ambiente. Prepara la comida justo cuando vayas a comértela.
- Evita los alimentos poco cocidos, como los pescados o las carnes crudas.
- Ten en cuenta que hay productos especialmente delicados con el calor, como los huevos, la mayonesa o la crema pastelera. No los tomes si no están suficientemente refrigerados, si les ha dado el sol o si han estado fuera de la nevera.
- Frutas y verduras, ¡siempre bien lavadas! Las ensaladas son un plato sano y refrescante para los días de calor, pero no descuides la higiene de alimentos como la lechuga, el tomate y cualquier otra verdura, fruta u hortaliza que vayas a comer, especialmente si no vas a cocinarlas previamente.
- Lávate bien las manos antes de cocinar o de manipular alimentos. También si vas a tomar fruta o algún otro producto que no requiera cocción, hazlo con las manos limpias. Queremos insistir en este punto, pues lavarse las manos con agua y jabón es, además, la principal medida para la prevención de la transmisión de la COVID-19.
- Evita compartir vasos, cubiertos, servilletas o cualquier otro utensilio de mesa. Esta medida también te servirá para frenar el contagio de la infección por nuevo coronavirus.
- ¡Cuidado con el agua! Mejor si consumes agua mineral embotellada y evita todo lo posible los cubitos de hielo. Además de que pueden irritarte la garganta, pueden ser una fuente de diarrea.
¿Y qué hacer si la diarrea ya ha aparecido?
Comer alimentos en mal estado puede provocar un aumento en el número de deposiciones y la disminución de su consistencia, así como malestar generalizado, náuseas y vómitos, dolor abdominal, e incluso fiebre. Además, si la diarrea es abundante, puede causar deshidratación por pérdida de líquidos.
Por eso, en caso de que la diarrea ya se haya iniciado, uno de sus tratamientos más habituales y efectivos está encaminado a rehidratar el organismo. Para ello, se recomienda beber líquidos y sales de rehidratación que pueden conseguirse en la farmacia en forma de suero oral.
Otra recomendación para sobreponerse a la diarrea es la restricción de la dieta o dieta astringente, evitando ingerir:
- Alimentos con efecto laxante, como ciruelas, frutas con piel, cereales integrables, legumbres, etc.
- Alimentos ricos en lactosa.
- Alimentos grasos, especialmente los fritos, empanados, rebozados, guisos…
- Embutidos.
- Dulces, como tartas o bollería.
- Especias y condimentos, sobre todo, la comida picante o muy sazonada y la sal.
- Café.
- Zumos de naranja.
- Chocolate.
En caso de que la diarrea ocasione fiebre alta o deshidratación, náuseas, vómitos y dolor abdominal persistentes, durante 5 o más días tras tratamiento dietético, conviene acudir al médico. También, por supuesto, si detectamos restos de moco o de sangre en las heces.
