Mejorar la digestión es una tarea pendiente para muchas personas. Hinchazón abdominal, estreñimiento, diarrea… Son síntomas que debemos prevenir y remediar cuanto antes. Una misión que cobra especial relevancia en verano, cuando acostumbramos a pasar más tiempo comiendo fuera de casa y menos en la cocina cumpliendo con la dieta. Además, las altas temperaturas también aumentan el riesgo de intoxicaciones alimentarias y de sufrir trastornos gastrointestinales que pueden alterar nuestra microbiota intestinal.
Así, existen algunas recomendaciones a seguir para favorecer nuestros procesos digestivos, así como productos naturales (algunos alimentos y/o complementos alimenticios) que pueden ayudarnos a disfrutar más del arte de comer.
Cómo mejorar la digestión
Últimamente, se está hablando mucho del SIBO o sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado, que puede producir estreñimiento o diarrea, gases, hinchazón, náuseas… Este exceso de bacterias que no suelen estar presentes en esta parte del tubo digestivo suele deberse a circunstancias muy concretas, como una cirugía o una enfermedad inflamatoria intestinal.
Sin embargo, los síntomas del SIBO son tan inespecíficos que muchas personas se están autodiagnosticando. Este es el primer gran error a la hora de mejorar la digestión: ante la sospecha de un trastorno gastrointestinal, debemos acudir al médico para que sea este quien determine si tenemos una afección digestiva.
Dejando esto claro, conviene tener en cuenta también que tener síntomas gastrointestinales en verano, como estreñimiento o hinchazón abdominal, no tiene por qué significar que exista detrás una enfermedad, especialmente si estas molestias se producen de forma puntual.
A nadie se le escapa que, durante las vacaciones, solemos alterar nuestras rutinas y horarios, nos saltamos la dieta, comemos en mayores cantidades, estamos más expuestos al sol… Todo esto favorece las molestias digestivas en verano.
Recomendaciones gastrointestinales en verano
Mejorar la digestión, evitando la pesadez y las molestias gastrointestinales, es posible si seguimos algunas recomendaciones, como:
- Intentar comer menos. No se trata de quedarse con hambre, pero sí de evitar esa sensación de empacho o lleno total.
- No abusar del alcohol. Esas cervecitas o cócteles refrescantes pueden pasarle factura a tu estómago. El alcohol ralentiza la digestión, lo que se traduce en un aumento del riesgo de sufrir acidez y pesadez abdominal. ¡Además, es una bomba de calorías del todo prescindibles!
- Reducir el consumo de grasas y fritos. Sabemos lo que nos llaman el rico pescadito, los rebozados, las croquetas, las patatas de bolsa… Sin embargo, los alimentos fritos y/o procesados no ayudan a mejorar la digestión. Más bien pueden empeorarla.
- No dejar de lado la fruta y verdura. Podemos aprovechar que, en verano, hay una gran variedad de frutas de temporada, y recurrir a ellas como aperitivo o postre. Las verduras son ricas en fibra, por lo que nos ayudarán a prevenir problemas como el estreñimiento.
- Cuidado con las comidas exóticas (con especias que no estamos habituados a ingerir, picantes, ácidos…). Pueden provocarnos síntomas como reflujo gastroesofágico, hinchazón, dolor abdominal…
- Extremar las precauciones al viajar. Especialmente, a países donde las condiciones higiénicas sean precarias. Debemos evitar la conocida como diarrea del viajero. Para ello, podemos beber agua embotellada (y lavarnos los dientes con ella), evitar los cubitos de hielo, pelar siempre la fruta antes de consumirla y evitar ensaladas o verduras crudas, carnes y pescados poco cocinados.
- Ser escrupuloso con la conservación de los alimentos. La interrupción de la cadena de frío, por ejemplo, es una causa frecuente de intoxicaciones alimentarias en verano. Asegúrate de que la comida está en perfecto estado antes de ingerirla. No dejes alimentos como pasteles, yogures o huevos fuera de la nevera (el calor ambiente puede echarlos a perder sin que te des cuenta). Presta especial atención a las fechas de caducidad y consumo preferente.
Productos naturales para mejorar la digestión
Si, a pesar de seguir las recomendaciones anteriores, tienes problemas para hacer la digestión en verano, puedes recurrir a productos naturales que te ayudarán a mejorarla. Estos son algunos ejemplos:
- Cápsulas de alcachofa. La alcachofa es una planta con propiedades digestivas que mejoran el funcionamiento del hígado y de la vesícula biliar. Este complemento alimenticio a base de alcachofa contribuye al control de peso, a la digestión y a la eliminación de toxinas.
- Planta de jengibre. El jengibre es una planta muy apreciada por sus propiedades antiinflamatorias y su capacidad para aliviar las náuseas y vómitos. Una infusión a base de esta planta de jengibre también contribuye a reducir los gases y la hinchazón abdominal.
- Digestconfort gases. Si notas que tienes problemas para expulsar los gases, este complemento alimenticio a base de alcaravea, anís verde, hinojo y cilantro puede ayudarte. Son activos naturales que promueven la contracción rítmica del estómago, contribuyendo a expulsar las flatulencias y a reducir los espasmos intestinales.
- Probióticos colon irritable. Algunas personas tienen diagnosticado síndrome de colon irritable, que se manifiesta comúnmente con dolor abdominal y/o cambios en el ritmo intestinal (diarrea o estreñimiento). En estos casos, existen complementos alimenticios a base de probióticos que protegen la pared intestinal dañada. De esta manera, permiten evitar la irritación y las molestias intestinales asociadas.
¿Ya sabes cómo mejorar la digestión en verano? Te dejamos un último recordatorio: además de la adecuada desinfección de los alimentos, la higiene de manos es esencial. No hay que olvidar que muchos procesos infecciosos como la gastroenteritis se deben al contacto con virus o bacterias.
Procura ir al aseo para lavarte las manos con agua y jabón antes de cada comida. También puedes llevar contigo gel hidroalcohólico por si, en algún momento, te resulta imposible acudir al lavabo. Quédate con este lema: ¡La salud digestiva está en tus manos!