Cómo curar las heridas en niños

¿Una caída en el parque o en los columpios? Toma nota de estas 5 claves para curar las heridas de los niños y evitar que se infecten

Al llegar la primavera y el buen tiempo, los niños salen más a jugar al parque y empiezan a ponerse ropa más veraniega que deja sus brazos y piernas al aire. Con todo, es más frecuente que sufran caídas y se hagan heridas que es necesario tratar adecuadamente para evitar que se infecten. En este artículo, vamos a darte 5 pasos a seguir para curar las heridas en niños con éxito.

  1. Observa la herida. Cuando un niño se hace una herida, es importante que la analices para ver si se produce mucho sangrado. En caso de que así sea, deberás utilizar una gasa suave para hacer presión y detenerlo.

Si el raspado no es muy profundo, podrás tratarla desde casa. El siguiente paso será lavar la herida y desinfectarla.

  1. Limpia y desinfecta la herida. Para limpiar la herida, puedes utilizar agua y jabón, pero si no estás en casa, puede ser útil que lleves contigo un botecito de povidona yodada. Permite limpiar las heridas sin agregar dolor y evitar una posible infección.
  2. Cubre la herida. Inmediatamente después de su desinfección, es importante tapar la zona afectada para evitar el contacto con posibles microorganismos nocivos. Dependiendo del tamaño de la herida, podrás necesitar unos parches más o menos grandes. 

Si la rozadura no es muy grande, es posible que baste con unas tiritas infantiles. Puede parecer una tontería, pero te será muy útil que tengan dibujitos porque contribuirán a consolar al niño y a hacer que se sienta mejor.

  1. Haz seguimiento. Revisa la herida de manera regular, prestando atención al estado de la piel de alrededor. Si todo va siguiendo su curso, esta no deberá estar caliente, irritada ni inflamada. Además, vigila también la temperatura corporal del niño: en caso de que empiece a tener fiebre o presente síntomas de fatiga o malestar, acude al médico de inmediato.
  2. Vigila la cicatrización de la herida. Para favorecer la cura definitiva de la herida, puedes utilizar un gel cicatrizante de heridas, que creará una especie de capa impermeable que protegerá la piel de roces, irritaciones, contacto con bacterias…

Por otro lado, una vez la herida ya esté curada, no debes bajar la guardia. La piel nueva estará más sensible, así que es fundamental que la hidrates adecuadamente y que la protejas del sol para evitar que la cicatriz deje marca.

¿Cómo actuar en caso de golpes?

Una de las cosas que hay que comprobar cuando un niño sufre una caída, es la movilidad de la zona dañada. De esta forma, se podrá descartar una lesión de tipo muscular u ósea.

Y ¿qué ocurre si en lugar de herida, se produce un golpe? En este caso, es importante reactivar la circulación, por ejemplo, masajeando suavemente la zona, para evitar que se produzcan cardenales. Para aliviar el dolor y prevenir la hinchazón, se puede aplicar Physiorelax stick, que está elaborada con ingredientes naturales y reconforta frente a los pequeños golpes de los niños. Su formato roll-on es muy cómodo de aplicar y fácil de transportar.

En caso de enrojecimiento de la zona lastimada, existen productos como Calmatopic stick que contiene árnica, harpagofito y matricaria marítima. Se trata de sustancias con propiedades hidratantes y calmantes para aliviar las irritaciones producidas por los pequeños golpes.

¿Lo mejor? Ambos sticks están formulados específicamente para los más pequeños y, como tal, cuentan con una simpática presentación, en forma de una rana y un toro respectivamente, lo que ayudará a distraer al niño de su dolor y a sacarle una sonrisa. ¡Al mal tiempo, buena cara!

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