Cómo quitar las legañas del bebé

Las legañas en bebés son muy frecuentes debido a que duermen durante mucho tiempo. Como pasan muchas horas con los ojos cerrados, el agua que segregan sus lacrimales para mantener los ojos hidratados no se evapora, sino que se va acumulando en los márgenes de los ojos. 

En ocasiones, sin embargo, la causa de la aparición excesiva de legañas puede ser una infección, como, por ejemplo, una conjuntivitis. Por eso, conviene prestar atención a otros posibles síntomas como enrojecimiento de los ojos, picor o hinchazón, y acudir al pediatra en caso de que aparezcan.

También es posible que aparezcan las legañas en bebés como síntoma de alguna infección respiratoria y, por lo tanto, en combinación de otros síntomas como la fiebre o la congestión nasal.

Consejos para quitar las legañas 

Debes evitar abrir los ojos del bebé de golpe, ya que esto podría causarle daño en los párpados. Lo que se recomienda es utilizar suero fisiológico ocular para reblandecer las legañas.

Y otro detalle importante: nunca utilices algodón, puesto que podrían quedar restos en el ojo. Usa, en su lugar, una gasa esterilizada, con movimientos suaves desde la nariz hasta la oreja.

Recuerda lavar tus manos con agua y jabón antes de tocar la carita de tu bebé. Utiliza una gasa para cada ojo, para evitar el contagio de bacterias de uno a otro.

Si te preguntas cómo debes colocar al bebé, una de las posturas más efectivas es tumbarle boca arriba, echar el suero en uno de los ojos y ladear la cabeza hacia fuera. No la ladees hacia la nariz, ya que, de hacerlo, el suero podría mojar el otro ojo.

¿Y si las legañas son síntoma de gripe o resfriado?

Algunas veces, las legañas (especialmente, si tienen un color amarillento) son el resultado de un proceso vírico, como una gripe o un resfriado. Si tu bebé está malito, es posible que tenga también otros síntomas como tos, fiebre y obstrucción nasal.

Para evitar la sequedad nasal, se puede recurrir a un agua de mar nasal para bebés, que hidrata y restaura la humedad natural de la mucosa de la nariz, previene infecciones como la otitis o la laringitis, típicas en la infancia, y mejora la respiración, con lo que se facilita el sueño y el descanso. 

En caso de que ya hayan aparecido los síntomas de infección, el bebé puede necesitar ayuda para expulsar los mocos. Puedes utilizar entonces una alternativa eficaz en monodosis como Sinomarin bebés descongestionante nasal.

La humedad durante el baño también suele ser útil para desprender los mocos. Como los niños no avisan a la hora de ponerse malitos, tal vez quieras plantearte hacerte con un “kit de supervivencia” como este set para el cuidado del bebé de Avent. Será tu gran aliado, ya que contiene varios artículos clave, como:

  • Termómetro digital, para medir la temperatura de tu bebé.
  • Aspirador nasal, con punta flexible y suave.
  • Cepillo de dientes de dedo, para aprender sobre higiene bucal cuanto antes.
  • Set completo para el cuidado de las uñas, compuesto por unas tijeras de punta redondeada, un cortador de uñas y tres limas.
  • Peine con puntas redondeadas y cepillo suave.

Nebulizadores nasales para bebés

Los nebulizadores nasales son unos dispositivos que convierten los sueros salinos en un vapor muy fino, lo que favorece su inhalación a través de la nariz. La nebulización nasal para bebés puede favorecer la respiración al humedecer la mucosa de la nariz y facilitar la eliminación del moco.

Normalmente, su administración se realiza utilizando viales monodosis como Aluneb hipertónico, cuyo contenido debe depositarse en el recipiente o jeringa del nebulizador.

En caso de duda sobre su modo de aplicación o su conveniencia, es importante consultar al pediatra y/o al farmacéutico.

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