Una historia curiosa…
Las primeras referencias sobre el poder curativo del agua de mar se remontan a la época de Hipócrates, médico de la antigua Grecia considerado el padre de la medicina.
Pero no es hasta principios del siglo XX, cuando René Quinton, un fisiólogo y naturalista francés, enfermo de tuberculosis, se trasladó a la orilla del mar y al curarse empezó a estudiar la composición y propiedades del agua de mar.
Postuló que la vida se originó en el mar y demostró que la composición del agua de mar es muy similar a la de la sangre humana, nuestro “mar interior”.
Cuando este “mar interior” mantiene sus condiciones físicas (temperatura, salinidad, pH…) similares a las de origen, el cuerpo se encuentra en un estado de equilibrio natural que mantiene el funcionamiento normal del organismo y, por el contrario, un desequilibrio en estos factores origina enfermedades.
Con sus revolucionarios métodos (sustituir plasma sanguíneo humano por agua de mar diluida a concentración isotónica), probados científicamente, contribuyó a tratar numerosas enfermedades y salvar muchas vidas.
Como ejemplo, en la 1º Guerra Mundial, el ejército francés empleó agua de mar isotónica para compensar la pérdida de sangre de los heridos.
Su prematura muerte y el descubrimiento de la penicilina por Pasteur condujeron a que René Quinton y sus importantes descubrimientos fueran injustamente relegados al olvido.
El nuevo auge de la talasoterapia
Actualmente, el interés creciente por nuevas terapias alternativas efectivas y no agresivas para el organismo, ha hecho que muchas personas vuelquen de nuevo su atención en los beneficios del agua de mar para la salud humana.
Hoy en día están reconocidos científicamente los beneficios de la talasoterapia, uso de diversas técnicas que emplean diferentes medios marinos- como agua, algas o barro -para reducir el estrés y aliviar problemas circulatorios, reumáticos, cutáneos y de las vías respiratorias.
¿Por qué es tan interesante el agua de mar para las vías respiratorias?
Cada día nuestras vías respiratorias se ven sometidas a la acción de numerosos factores externos como la contaminación, alérgenos del polvo, sequedad ambiental, variaciones de temperatura bruscas en los cambios de estación, calefacción y aire acondicionado excesivos o el tabaco, que pueden alterar su normal funcionamiento y derivar en enfermedades como resfriados, gripe, rinitis alérgica o sinusitis.
Por todos es sabido que respirar la brisa marina es una terapia extraordinaria para las afecciones de las vías respiratorias, pero ¿cuál es la razón?
El agua de mar es una verdadera agua minero-medicinal – contiene casi todos los
elementos de la tabla periódica – y tiene la misma composición que nuestro medio interno.
El agua de mar provee así infinidad de minerales y oligoelementos, entre los que destacan el zinc, calcio, potasio, cobre, manganeso, plata e iodo, que enriquecen el aire que respiramos y al entrar en contacto directo con nuestros conductos respiratorios, contribuye a sanear y fortalecer las mucosas respiratorias.
¿Cuáles son los beneficios del agua de mar isotónica?
Es importante que el agua de mar que empleemos para la limpieza de las fosas nasales sea isotónica, es decir, que presente una concentración de sales minerales igual a la que tienen las células de nuestro organismo, que a la vez es equivalente a la concentración de sales en el plasma sanguíneo.
El agua de mar isotónica mantiene una equilibro perfecto con las células humanas y por ello es la recomendada para un uso terapéutico.
Las acciones del agua de mar isotónica en las vías respiratorias son múltiples:
– limpia las fosas nasales de polvo, alérgenos y contaminantes
– ayuda a eliminar bacterias y virus
– alivia la sequedad nasal
– facilita la eliminación de costras y fluidifica la mucosidad, combatiendo la congestión nasal.
– hidrata y tonifica la mucosa nasal
¿Para qué están indicadas las inhalaciones de agua de mar isotónica?
El elevado nivel de eficacia de la inhalación de agua de mar en todas las afecciones respiratorias, desde la simple congestión nasal hasta prevenir resfriados o reducir el riesgo de complicaciones en gripe o rinitis, aconsejan hacer de la higiene diaria de nuestras fosas nasales un hábito tan arraigado como el lavado de dientes
¿Cómo realizar una adecuada limpieza de las fosas nasales?
En la farmacia encontramos hoy en día pulverizadores de agua de mar isotónica y estéril que facilitan mucho la limpieza e hidratación de las fosas nasales.
Su práctico formato en spray o nebulizador hace muy sencillo y fácil su empleo:
- Ladear la cabeza, introducir el aplicador en un orificio nasal y efectuar de 1 a 3 pulverizaciones
- Ladear la cabeza hacia el lado contrario y repetir la operación en el otro orificio nasal
- Lavar el aplicador con agua caliente para dejarlo listo para el siguiente uso
La pauta habitual en adultos y niños mayores de 6 años, es de 1 a 3 pulverizaciones en cada fosa nasal, de 2 a 3 veces al día. Son aptos para mujeres embarazadas o en período de lactancia.
En el caso de bebés a partir de los 6 meses y niños menores de 6 años, existen pulverizadores infantiles diseñados con una menor fuerza de propulsión del producto adaptada a la mayor sensibilidad de su mucosa nasal.
¿Cuándo está indicado el uso de suero fisiológico?
El suero fisiológico es una disolución de cloruro sódico (sal) al 0,9% en agua. Esta salinidad es la adecuada para arrastrar mucosidades e impurezas e hidratar.
Son la solución idónea para limpiar rápidamente cualquier parte del cuerpo. Su uso más extendido es:
– limpieza de fosas nasales: proporciona un rápido alivio de la congestión nasal
– lavado de ojos: alivia la sequedad ocular *
Podemos encontrarlo en la farmacia en una práctica presentación en forma de ampollas monodosis estériles de 5 ml, muy higiénicas, que permiten una gran facilidad y seguridad de empleo:
- Higiene nasal: echar la cabeza hacia atrás e introducir la boquilla en los orificios nasales, efectuando una suave presión.
- Lavado ocular: introducir unas gotitas en cada ojo, retirando el excedente con una compresa estéril.
Su uso está recomendado para bebés, niños y adultos
*El agua de mar isotónica no está indicada para la limpieza ocular
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