Ya está aquí la primavera, una estación que suele ser recibida con los brazos abiertos. ¡Excepto por las personas con alergia! Para ellas, el comienzo de esta estación suele ser sinónimo de irritaciones de garganta, moqueo, lagrimeo constante… ¿Hay algo que pueda hacerse para prevenir estos síntomas? Sí y, en este post, vamos a darte algunas recomendaciones.
¿Por qué los síntomas de la alergia empeoran en primavera?
La subida de las temperaturas en primavera, unida a un menor número y volumen de precipitaciones, propicia la concentración en el ambiente de alérgenos como el polen, responsable de la mayor parte de las alergias primaverales.
En concreto, plantas como la gramínea (sobre todo, en el centro-norte de España), el árbol del olivo (especialmente, en el sur) o las plataneras son algunas de las mayores fuentes de polen en esta época.
De acuerdo con la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), se estima que más de 12 millones de personas tienen alergia al polen en España, una cifra que crece en torno a un 2% cada año.
Entre los síntomas que suelen experimentar en primavera, destacan el moqueo, los ojos llorosos en los casos de alergias oculares, la irritación de garganta o la dificultad para respirar… En función de su gravedad, las personas con alergia necesitarán un tratamiento u otro.
Puede tratarse de vacunas, inyectables o pastillas, pero es el alergólogo quien debe pautar dicho tratamiento, por lo que si sospechas que puedes tener alergia, debes acudir a tu médico de atención primaria.
¿Cuáles son los tipos de alergia primaveral más habituales?
Existen diferentes tipos de alergia primaveral. Una de las más habituales es la rinitis alérgica, también conocida como “fiebre del heno”.
Se trata de la inflamación de la mucosa nasal y sus síntomas son muy parecidos a los de un resfriado, con estornudos, picor y congestión nasal y mucosidad.
- En caso de que estos síntomas aparezcan, para aliviarlos, puede serte útil contar con Rhinomer Intense Eucalyptus. Se trata de un spray que evita la congestión nasal. Está formulado sin conservantes a base de agua de mar natural, a una concentración hipertónica combinada con aceite esencial de eucalipto y extracto de menta salvaje.
- Para niños, existen también sprays nasales específicos, como Fitonasal 2 Act Pediatric de Aboca.
Además, los síntomas de la rinitis alérgica casi siempre se acompañan de conjuntivitis y, con bastante frecuencia, desencadenan asma alérgico.
- Para aliviar los síntomas oculares (irritación, picor, lagrimeo), se han formulado colirios como Vidisan Alergia.
Habitualmente, la causa de la rinitis alérgica suele ser el contacto con una sustancia a la que se tiene alergia, como los ácaros del polvo, distintos pólenes o incluso los epitelios de animales, como perros y gatos.
Cuando una persona es diagnosticada con alergia a los epitelios de un animal, lo mejor es que evite convivir con él. Si esto no es posible, debe impedirse que el gato o perro entre al dormitorio, pasar la aspiradora regularmente y utilizar purificadores de aire con filtros HEPA (del inglés «High Efficiency Particle Arresting», es decir, se trata de filtros que permiten recoger partículas con alta eficiencia»).
Otra de las alergias más frecuentes en primavera es la alergia al LTP (siglas en inglés de Proteínas Transportadoras de Lípidos). Este tipo de alergia se produce en personas que entran en contacto con algunas frutas como el melocotón, la nectarina, el albaricoque o el paraguayo que, claro… ¡Son típicas de esta estación!
Aunque no siempre produce síntomas, estos pueden ser picores en la piel por contacto con la fruta o en la boca al consumirla. Evita compartir mesa con este tipo de frutas y, por supuesto, ¡nada de probarlas!
¿Cómo prevenir los síntomas de la alergia primaveral?
Además de seguir estrictamente el tratamiento que te haya indicado el alergólogo, hay algunas precauciones que puedes tomar para prevenir los síntomas de la alergia, así como para aliviarlos:
- Evita parques y jardines: si quieres respirar aire puro, procura hacerlo en lugares donde no haya demasiadas flores o árboles y evita las horas en las que se concentra más polen (al amanecer y al atardecer).
Deberás evitar también los parques y jardines con mayor presencia de perros en caso de que seas alérgico a los epitelios de estos animales.
- Utiliza mascarillas: no solo irás más protegido frente a la COVID-19, sino que también te ayudará a respirar menos polen u otros alérgenos.
- No salgas sin gafas de sol: recuerda que la alergia también puede afectar a los ojos… ¡Y que nunca está de más proteger la vista de la radiación solar!
- Mantén las ventanas cerradas: si necesitas airear la casa, hazlo al mediodía y durante el menor tiempo posible para evitar que entre polen, ¡especialmente si hace viento!
- Tiende la ropa dentro de casa: así evitarás que se llene de polen mientras se seca. ¡Recuerda cambiarte al llegar a casa, para no esparcir posibles granos de este alérgeno por tu hogar!
En caso de que no consigas reducir los síntomas de la alergia o de que estos se agraven, solicita una cita con tu especialista para que pueda revisar tu caso y ofrecerte un tratamiento ajustado a tus necesidades.